La Bolsa de Madrid marca un máximo de 15 meses impulsada por Wall Street

La Bolsa de Madrid registró ayer un avance del 2,38%, el mayor de los últimos 15 meses, impulsada por el alza de Wall Street tras el mensaje optimista sobre el futuro de la economía estadounidense lanzado ayer por la miembro del consejo de gobierno de la Reserva Federal, Susan Bies, y la moderación de la escalada del precio del crudo tras la tregua en Nigeria. La cotización del barril en Europa se mantuvo en torno a los 46,50 dólares mientras que en EE UU el barril, tras un descenso inicial, cerró por encima de 50 dólares. Para cuando esto sucedió, las bolsas ya habían registrado fuertes alzas.

Mientras la Bolsa española registraba su mejor marca desde mayo del año pasado y acumulaba un avance del 2,94% en la semana (la segunda mejor del ejercicio), las restantes bolsas europeas obtenían ganancias similares. La Bolsa de Francfort ganó un 2,62%, la de París el 2,46%, mientras que Londres y Milán avanzaron el 1,94% y el 1,91%, respectivamente. Wall Street ganó un 1,11% al cierre y el Nasdaq, un 2,39%. A media sesión ambos mercados perdieron algo de gas respecto del arranque, pero ya no llegaron a contagiar ese revés a los mercados europeos.

El Dow Jones fue impulsado por el buen comportamiento de una compañía informática tan importante como PeopleSoft, además de un retroceso menor al previsto del índice de actividad del sector manufacturero y el aumento del gasto en construcción en EE UU. La euforia inicial, sin embargo, poco tardó en dar paso a la realidad y los intermediarios del mercado estadounidense recordaron que aún hay muchas sombras y que el país sigue con un grave problema de déficit.

El mercado petrolero aportó ayer lo suyo a la recuperación de las bolsas. Una de las mayores preocupaciones de los analistas de este sector de la última semana se disipó ayer con la declaración de una tregua entre el Gobierno y los guerrilleros de la región del delta del Níger, la zona que concentra la actividad petrolera de Nigeria, el primer productor de crudo de África, el sexto mayor de la OPEP, y uno de los grandes proveedores de EE UU. Nigeria produce al día 2,4 millones de barriles diarios de crudo (casi el 3% de la extracción mundial) y, al menos de momento, ese suministro no sólo no se verá afectado, sino que recuperará la normalidad perdida en estos días.

La petrolera Shell se había visto forzada a evacuar casi 260 empleados y cerrar una estación de bombeo tras el recrudecimiento de los combates en el zona del delta a principios de semana. Como el conflicto duró relativamente poco y las otras dos grandes petroleras que operan en la zona, la italiana Eni y la francesa Total, no se vieron afectadas, no será problema para el sector compensar cualquier descenso de la producción que se hubiese registrado.

Tras conocerse la tregua en Nigeria, la escalada del precio del barril se moderó tanto en los mercados de Londres como en Nueva York. La cotización del barril brent en la capital británica se mantuvo en 46,50 dólares tras haber rozado los 47 el jueves, mientras que la del West Texas, tras un arranque a la baja, cerró por encima de los 50 dólares.

Aún quedan muchas dudas acerca de si la industria petrolera estadounidense será capaz de abastecer la creciente demanda que se prevé para el invierno que se avecina. La semana pasada hubo un momento de alivio tras saberse que las existencias de crudo y derivados había crecido en EE UU a pesar de la racha de huracanes que había afectado las importaciones de crudo, pero esas tormentas han causado muchos destrozos y todavía queda tiempo para que la industria recupere el 100% de su capacidad.