El Fórum de Barcelona se cita en Monterrey
Los príncipes de Asturias presiden la clausura oficial de un evento que apela al diálogo y la paz
El príncipe Felipe agradeció anoche, en el acto de clausura, el esfuerzo de todos para llevar a buen puerto el Fórum de Barcelona y, alternando el castellano con un fluido catalán, pasó el testigo a la ciudad mexicana de Monterrey. La ceremonia oficial tuvo un mensaje recurrente en todos los parlamentos y fue el mensaje que sustenta la temática del Fórum: el combate por la paz, la solidaridad y la diversidad cultural. Siete niños, de distintas edades y procedencias, fueron los encargados de leer párrafos del Compromiso de Barcelona, el documento que resume las ideas y propuestas surgidas en los debates del Fórum. Terminado el acto oficial, un espectáculo piromusical que iluminó toda la ciudad marcó el final de los 141 días de Fórum.
Adiós al Fórum. Una sobria ceremonia, de corte parecido a la que lo abrió, fue el broche final de un acontecimiento que se ha prolongado durante 141 días en la capital catalana. A diferencia del acto de apertura, no estuvieron el Rey ni el presidente del Gobierno, pero hubo unos invitados nuevos, las autoridades de Monterrey. El acto sirvió para pasar el testigo a Monterrey, (México) donde se celebrará el segundo encuentro de las culturas, en 2007. La ceremonia enfatizó la importancia de que sea un tipo de acontecimiento que se haya sumado a las agendas internacionales. Un foro -el Fórum- en el que se aborde, debata y surjan propuestas para mejorar la calidad de vida de la humanidad. Los príncipes de Asturias presidieron la clausura del Fórum, ceremonia que, como todo el acontecimiento, quiso reflejar la diversidad de culturas en sus instantes finales. Fue uno de los momentos más cálidos; cuando la canción Cualquier noche puede salir el sol fue interpretada conjuntamente por su autor, Jaume Sisa, Eugenia León, un grupo de músicos árabes y el indio JhalaK.
La ceremonia de clausura contó con más calor en los alrededores del edificio Fórum, en cuyo auditorio se realizó. Visitantes del recinto, que a última hora de la tarde registraba una entrada de 40.000 personas, acudieron a la puerta a curiosear y fuera del perímetro también muchas personas no quisieron perderse el desfile de autoridades. En especial la entrada de los Príncipes, Felipe y Letizia, que vestía un traje chaqueta blanco piedra. La platea del auditorio ya estaba llena cuando accedieron los príncipes de Asturias. En el estrado, la misma decoración de la inauguración, el logo de las manos del Fórum de fondo. Y las banderas de Barcelona, Sant Adrià, Cataluña, España, la de la ONU y una más: la de México. El país anfitrión del Fórum 2007.
El pase del testigo a la ciudad mexicana tuvo forma musical con el corrido de Monterrey interpretado a cappella por Eugenia León. Fue un acto plagado de reconocimientos a lo que el Fórum ha aportado. Pero también realista a propósito de la polémica que ha provocado y no faltaron los exámenes de conciencia en las intervenciones.
"Ha sido una apuesta arriesgada y valiente y el resultado final ha sido positivo. Las críticas que se han formulado se tienen que tener en cuenta para mejorar el Fórum de Monterrey", resumió el alcalde de Sant Adrià de Besòs, Jesús Maria Canga. Fue el primero en hablar y lo hizo defendiendo que son las apuestas de ese tipo las que hacen "avanzar a las ciudades". Siete niños intervinieron en la clausura leyendo en siete idiomas distintos fragmentos del Compromiso de Barcelona.
"El Fórum ha venido a llenar un vacio de las agendas internacionales y Monterrey toma ahora la estafeta -el testigo- con la firme idea de seguir con el camino emprendido en Barcelona", afirmó José Natividad González Parás, gobernador del estado de Nuevo León, en cuya capital se realizará el Fórum dentro de tres años. González Parás, que hace más de un año ya decidió que Monterrey tenía que organizar el siguiente encuentro, presentó a México como un país hermano "y tierra de acogida de los exiliados republicanos españoles", afirmación que fue saludada con un aplauso de los invitados. Desde la mesa presidencial también se sumaron al aplauso, incluido el Príncipe.
La ministra de Cultura, Carmen Calvo -que se incorporó tarde a la ceremonia por el retraso del vuelo en el que viajaba- destacó que el Fórum "ha sido un acontecimiento cultural de primera magnitud". Subrayó que había sido una iniciativa pionera y de riesgo y que la contribución al diálogo no se podía negar "aunque haya suscitado controversias". La ministra subrayó que la cantidad de diálogos celebrados daban la muestra de "los indicadores de desarrollo cultural".Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, se encargó de introducir comentarios irónicos, que fueron saludados con risas, sobre los críticos al evento que "no sabrán de qué hablar ahora". "Para mí, el Fórum ha sido un acierto, desde el principio. Por muchos motivos. Porque ha hecho irreversible la mejora de esta parte de la ciudad y por otras iniciativas que tendrán continuidad, como la creación del Observatorio de las Lenguas, en el que quedarán registradas todas las lenguas que están en peligro", añadió. La alegría de Maragall por cómo se cerraba el Fórum se trasladó horas más tarde a la terraza del centro de convenciones, donde la comitiva oficial siguió el espectáculo piromusical. Fue en ese momento cuando el presidente de la Generalitat y el alcalde de Barcelona no dudaron en bailar unos corridos con sus respectivas esposas al son de un grupo de mariachis.
"El Fórum ha tenido voces discrepantes, pero no buscábamos la unanimidad", indicó el alcalde de Barcelona, Joan Clos. "Porque estamos en una sociedad abierta y democrática afortunadamente". Clos despidió el acontecimiento con un doble mensaje. El primero es la idea de que el Fórum ha valido la pena: "Estoy seguro de que con tres millones de personas hemos aprendido alguna cosa nueva, algo que perdurará en la memoria". La otra parte de su intervención destacaba el mensaje de que los diálogos y las vivencias aporten ideas a los gobernantes mundiales. "La paz no es ausencia de conflicto, sino la gestión inteligente y pacífica del conflicto", concluyó.
Fue el príncipe de Asturias quien clausuró oficialmente el Fórum, que definió -hablando en catalán- como "un nuevo espacio con vocación de continuidad en la agenda global".
Mientras se celebraba la ceremonia, unas 200 personas simpatizantes de la Asamblea de Resistencias al Fórum se manifestaron para volver a mostrar su rechazo al evento, informa Ester Riu. El recorrido se realizó sin incidentes.
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