Enganchados a las series de adultos

El inquilino, un extraterrestre que habita en el cuerpo del actor Jorge Sanz, se ha convertido en la serie favorita de los niños. Casi medio millón de espectadores de entre cuatro y doce años han seguido de principio a fin los primeros capítulos de la telecomedia que Antena 3 estrenó este mes. Y ello pese a que comienza al filo de las diez de la noche, fuera ya del horario de protección infantil y juvenil previsto en la ley, y cada uno de los capítulos dura alrededor de setenta minutos.

Los datos de los audímetros revelan que los menores se ven más atraídos por los programas de adultos que por Los lunnis, prácticamente la única oferta diaria destinada a los más pequeños en las cadenas generalistas de ámbito estatal. Desde el comienzo de la temporada 2004-2005, Los lunnis atraen la atención de 90.000 niños en el tramo matinal, una cifra que asciende a 144.000 en la franja de mediodía y retrocede hasta 127.000 durante el pase de tarde, según el análisis efectuado por el Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual (GECA) sobre datos de TNSofres.

En lo que va de año, las series de Antena 3 se han situado a la cabeza de las preferencias de los menores. Tras El inquilino (con una audiencia media de 497.000) se sitúan Mis adorables vecinos (478.000) y Manolito Gafotas (447.000). En términos generales sus argumentos son fáciles de digerir, tienen toques de humor simplón y pivotan sobre familias con niños. Los guionistas saben bien que los actores jóvenes atraen a un público joven, como queda demostrado en Los Serrano (Tele 5), Ana y los 7, Cuéntame cómo pasó (ambas de TVE-1) o Aquí no hay quien viva (Antena 3).

Los niños se decantan por programas de adultos casi por obligación. Las dos cadenas privadas generalistas han arrinconado los espacios infantiles y juveniles al fin de semana y en los días laborales cubren la oferta matinal con informativos, tertulias políticas, sucesos, cotilleos y eternas referencias a los rifirrafes de sus respectivos programas de telerrealidad (Gran Hermano en Tele 5 y La granja en Antena 3). Simultáneamente, las tardes han sido invadidas por un ejército de comentaristas que escarban en la vida de los famosos y por testimonios escabrosos de allegados a los pseudofamosos.

Junto a las telecomedias españolas, en las preferencias de los menores se cuela la familia animada más extravagante y ácida de la televisión. Pese a estar concebida para un público adulto, Los Simpson ocupa el cuarto puesto en el ranking elaborado por GECA y la fidelidad de los espectadores más jovenes es asombrosa: 437.000 niños están enganchados a las peripecias del atrabiliario Homer y su prole prácticamente los 365 días del año.

Algunos pases casi duplican aquella audiencia. De momento, el récord de 2004 se lo apunta un capítulo emitido el 27 de marzo (sábado, a las 21.54) que conquistó a 781.000 niños (alredor del 70% de todos los que a esa hora veían la televisión). El espectacular seguimiento de Los Simpson provoca un fenómeno curioso: entre los 20 programas más vistos por los niños de cuatro a doce años aparece el noticiario de las 15.00 de Antena 3. Entre los 50 primeros hay también hueco para las series infantiles -Tarzán, amo de la selva, Aventuras sobre ruedas, La bruja aburrida, La banda del patio y El pájaro loco- y el espacio de manualidades Kombai & Co (Tele 5).

Hasta la fecha, las películas más vistas del año por aquel segmento demográfico son Sherk (emitida en Tele 5, con una audiencia de 647.000 menores), Spy Kids (Antena 3, con 627.000) y Asterix y Obelix contra César (Tele 5, 611.000).

Pero no todo lo que se emite en horario protegido tiene certificado de garantía. Un reciente estudio de la CEACCU detectó en tres horas de programación infantil 62 actos de violencia física, verbal o psicológica. En este tiempo se exhibieron 39 armas (de fuego, blancas y mágicas), es decir, una cada cuatro minutos y medio.

El defensor del pueblo, Enrique Múgica, denunció esta semana el aluvión de contenidos "violentos y zafios" y la emisión de "cotilleos inútiles y abyectos" en horario infantil. Pocos días antes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó en una entrevista a la cadena SER su preocupación por los programas que se difunden en aquellas franjas e hizo un llamamiento a todas las cadenas para que extremen la vigilancia sobre los espacios que salen al aire.

Zapatero recordó que los operadores de televisión cumplen una misión de servicio público y advirtió de que el Gobierno podría poner en marcha "instrumentos" eficaces para preservar una televisión de calidad en las franjas horarias para los niños.