La expedición Balmis, en Valencia

El 30 de noviembre de 1803, el barco María Pita partió del puerto de La Coruña con la misión de erradicar el virus de la viruela en las colonias españolas de América y Filipinas. A la cabeza del viaje estaba el científico valenciano Francisco Javier Balmis (Alicante, 1753 - Madrid, 1819). Para llevar la vacuna -recién descubierta- contra la enfermedad, Balmis escogió a 22 niños niños huérfanos, de entre tres y nueve años, de un hospicio de la costa gallega, que sirvieron como portadores de la cura.

Una exposición que recuerda este extraño viaje abre la temporada de otoño del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe. "La idea es repasar la parte histórica pero también la científica", indica Manuel Toharia, director del museo, con una propuesta abierta a todos los públicos, que empieza por el principio: "Vacuna viene de vaca porque las vacas fueron las primeras que inmunizaron a sus cuidadores que padecían una viruela leve".

La recreación de la llamada Real Expedición Filantrópica, es producto de la colaboración entre el centro valenciano y los Museos Coruñeses Científicos, y contó con el impulso de una comisión nacional creada el año pasado por la ex ministra de Sanidad, Ana Pastor, para celebrar el bicentenario de la travesía.

Más allá de consideraciones sobre los métodos, Toharia destaca la importancia de dar a conocer que "hace dos siglos, España lideró un movimiento sanitario a escala mundial, algo que hoy puede sonar kafkiano".

El periplo duró tres años, y aparte de multitud de vacunaciones, dejó tras de sí una estructura de prevención sanitaria que contribuyó a combatir un virus que la Organización Mundial de la Salud declaró erradicado en 1980, y al que se atribuye la muerte de millones de indígenas americanos, contagiados por los primeros colonizadores europeos.

El segundo montaje que Toharia subraya para el nuevo curso es el titulado La memoria. Una muestra definida por el director como "interesante pero divertida", y que pese a abordar enfermedades como el Alzheimer, padecida por más de 30.000 personas en la Comunidad Valenciana, busca indagar en la "memoria como una potencia del intelecto humano".

Creada por el Exploratorium de San Francisco a partir de los estudios del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus (1850-1909), el Museo de las Ciencias ha realizado una adaptación en colaboración con los norteamericanos que recorrerá otros centros españoles.

Como corresponde al carácter divulgador del Príncipe Felipe, La memoria no será sólo una exposición explicativa, sino también interactiva, "en la que el público pueda acercarse a los conceptos por medio de los sentidos y del juego".

El 50 aniversario del Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales (CERN), con sede en Ginebra, es objeto de otra exposición en la que colaboran la Universitat de València y el propio CERN. Un centro que ha dado "multitud de premios Nobel", que tiene en nómina a más de 7.000 científicos e ingenieros que estudian los constituyentes fundamentales de la materia y las fuerzas que ejercen entre ellos, y en el que hoy se trabaja en la creación de un nuevo superacelerador de partículas bautizado como LHC.

En El sueño de una noche de San Juan, por último, se explicará cómo se elabora una película de animación en tres dimensiones, "con la maquinaria más avanzada" que existe y a cuenta de una productora española, a partir de una versión de una obra de Shakespeare, conjugando así, según Toharia, ciencia y arte, tal y como ocurre con el nombre del espacio que alberga al museo.