Las minorías del 'sí'

No sólo en el seno de Convergència i Unió (CiU) hay debate y posiciones contradictorias acerca de qué voto recomendar en el referéndum sobre la Constitución europea. También en Iniciativa Verds (ICV) hay criterios encontrados. La dirección es partidaria del no en el referéndum, pero hay destacados dirigentes que se inclinan por el sí. El último en hacerlo ha sido uno de los dos miembros de ICV en el Gobierno de la Generalitat, Salvador Milà, titular de la cartera de Medio Ambiente.

Milà, sin embargo, no es la primera figura de relieve en ICV que se pronuncia a favor del sí. Antes que él lo han hecho el ex eurodiputado y ex secretario general del PSUC Antoni Gutiérrez Díaz y el ex diputado José Luis López Bulla. También se ha declarado favorable al sí el secretario general de Comisiones Obreras, Joan Coscubiela, en concordancia con la toma de posición de la Confederación Europea de Sindicatos.

Los afiliados de Convergència quieren dar un 'no', pero pasan la pelota al Gobierno

La situación en que se encuentra Milà es parecida a la que tienen en Convergència el eurodiputado Ignasi Guardans y su antecesor en la Eurocámara, Carles Gasòliba, hoy senador. Ambos son favorables al sí en una direccción que se ha decantado por el no por abrumadora mayoría. Y, a la inversa, la posición en que se halla la secretaria general de la rama juvenil de Unió Democràtica, Marta Vidal, partidaria del no en una dirección que se ha inclinado por el sí.

Lo que ha movido a Milà a dar a conocer su criterio en este asunto es ver cómo se extendía la idea, errónea, de que su partido se ha pronunciado ya por el no. El congreso de ICV decidió en julio que la decisión sobre la Constitución europea la tomen los afiliados en un referéndum interno que se celebrará entre el 4 de octubre y el 8 de noviembre. El consejo nacional de ICV debatirá el 2 de octubre el documento que ha de servir de base para el debate de la consulta interna. El texto se inclina por el no, pero al mismo tiempo deja abierta la posibilidad del sí. "Yo creo que en ICV hay muchos más partidarios de lo que parece de aprovechar la oportunidad que representa esta Constitución", afirmó ayer Milà. Sobre todo teniendo en cuenta, agregó, que la alternativa es volver atrás, a las posiciones de los que "prefieren una mera unión aduanera y una zona de libre comercio en vez de una unión política". Es probable, además, que en ICV tenga también un cierto peso la decisión del grupo parlamentario de Los Verdes, en el que el sí es mayoritario.

En Convergència domina la impresión de que los afiliados quieren dar un no a la Constitución, sobre todo para no aflojar en la subasta nacionalista que mantienen con Esquerra Republicana (ERC). Pero Gasòliba advierte de que el documento que se somete al congreso extraordinario convocado para el 2 de octubre con objeto de definir el voto "es muy matizado" y a fin de cuentas deja la cuestión en manos del Gobierno español. Convergència argumenta que no puede apoyar esta Constitución si no hay un reconocimiento del catalán y si no se articula la participación de la Generalitat en las instituciones de la Unión Europea (UE). Pero estos argumentos en favor del no desaparecen si el Gobierno de Rodríguez Zapatero consigue que el reglamento de usos lingüísticos de la UE acepte la utilización del catalán y si articula la participación de la Generalitat en la UE como lo han hecho Alemania y Bélgica.