Un 'mano a mano' entre tres

Antes de empezar la Vuelta, Tony Rominger, metido ahora a representante de ciclistas, envió un email a los team managers de todos los grandes equipos. "Adjunto figura un listado de los corredores por mí representados que pueden ser interesantes para su equipo". La lista, jerárquica, ordena por la columna precio, la encabezaba el alemán Andreas Klöden, el ciclista del TMobile que quedó segundo en el Tour. Al final figuraba el nombre de Santi Pérez. La casilla de precio estaba vacía. Era el único sin valor de partida. Un asterisco indicaba que su precio era negociable. Pocos días después, la noche del jueves 16 de septiembre, el mismo Rominger no pudo esperar a enviar emails: cogió el teléfono y llamó personalmente a los directores de equipos. "Acordaos de que Santi Pérez termina contrato. Acordaos de que ha quedado segundo en la etapa", les dijo.

Desde entonces han pasado muchas cosas, todas tan buenas para Pérez -dos victorias de etapa, un ascenso en la general hasta el tercer puesto, a 1.45m del líder Heras- que Rominger no ha precisado de más recordatorios. Ya no tiene prisa el ex ciclista suizo. Ahora debe esperar. Sabe que si Pérez gana la Vuelta su valor se disparará, se acercará al de Klöden. Sabe que Santi Pérez (Grado, Asturias, 1977) puede ganar la Vuelta, una carrera que hace tres días amenazaba con derivar a un monólogo de Heras, que hace dos apuntaba con transformarse en un mano a mano Heras-Valverde y que desde el domingo, desde la cronoescalada a Sierra Nevada, se ha convertido en el sueño de todo empresario taurino: ¿para qué limitar las corridas a un mano a mano cuando puede haber una terna perfecta?

Santi Pérez salió a calentar por las llanas carreteras extremeñas, 60 kilómetros junto a su director, Álvaro Pino, que aún pedalea, y luego se sentó a hablar de la prensa. De su infancia en una aldea de Grado (Asturias) con su madre y su abuelo, de sus habilidades futbolísticas y patinadoras, de su participación en concursos comerciales hasta que logró la mountain bike de Nivea, de cómo envió su palmarés y sus pruebas de esfuerzo a cycling4all.com, una página web en la que se ofrecía al mundo... Y también dijo: "Voy a luchar por el maillot oro". También su Pino lo dijo, pero ninguno de los dos quiso soplar cómo. Todo lo más, y conscientes de que quizás les costará más rebajarle el 1.45 a Heras que el 1.40 que les saca el segundo, Valverde, apuntaron que esperarían a que Heras, el más necesitado de tiempo, se moviera y después actuarían.

Valverde, maillot oro in péctore y pese al poderío de su equipo, dicen que jugará la baza táctica de esperar hasta el final, y Heras, quien según su director, Manolo Saiz, sólo pasó un mal día en Sierra Nevada, querrá ser el Armstrong del Tour 2003, el que cada día perdía un poco pero nunca perdió del todo. Y para ellos, desde mañana hasta el sábado, toda la montaña que quieran: dos llegadas en alto (La Covatilla, mañana, y Navacerrada, el sábado), dos puertos de primera el jueves camino de Ávila y Abantos, en El Escorial, el viernes. Y el domingo, contrarreloj por las calles de Madrid.