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Espí tacha de "xenófoba" a De Miguel por decir que la política de inmigración busca nuevos votantes

La portavoz adjunta del Grupo Socialista de las Cortes Valencianas Nuria Espí calificó ayer de "xenófoba" a la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, por considerar, en una entrevista publicada por EL PAÍS el pasado domingo, que la nueva política del Gobierno central en materia de inmigración, en concreto el anuncio del ministro Jesús Caldera de aumentar la entrada de inmigrantes con papeles, se explica porque "se eleva el número de votantes". También portavoces de organizaciones de inmigrantes se mostraron ayer críticos con las declaraciones de la consejera.

Espí se mostró indignada con la afirmación "delirante" de Alicia de Miguel, que consideró "una fascistada" porque "es tanto como decir que los inmigrantes regularizados, que pagan sus impuestos, no pueden votar como cualquier ciudadano". La diputada socialista consideró "preocupante" que la consejera "dude de que el voto de los inmigrantes es positivo" y anunció que pedirá su comparecencia en las Cortes para que se explique.

El Foro Alternativo de Inmigrantes considera "una estupidez" las palabras de la consejera

En opinión de Espí, De Miguel "tendría que tener la delicadeza de reconocer que no ha hecho nada" y le recordó a la consejera que durante los ochos años del PP en el Gobierno central se hicieron tres procesos de regularización de inmigrantes. "El tema de la inmigración no surje del 14-M, ya estaba antes", dijo Espí, quien consideró que las políticas en esta materia hay que abordarlas desde el más amplio consenso. "Pero eso el PP no lo entiende", consideró la diputada socialista, quien recordó que su partido planteó, desde la oposición, un pacto de Estado para abordar tan importante cuestión desde fuera del contexto de la confrontación política. "Ella [De Miguel] entra de lleno en ese discurso de confrontación y denota qe sigue en la campaña de ataque al Partido Socialista".

Las palabras de la consejera tuvieron también respuesta por parte de asociaciones de inmigrantes. Carlos Taboada, portavoz del Foro Alternativo de la Inmigración -compuesto por entidades que no tuvieron representación en el foro impulsado por Bienestar Social- recordó que el derecho a voto estaría, en todo caso limitado a los inmigrantes que accedieran a la doble nacionalidad -un grupo muy reducido- ya que la legislación actual impide votar, incluso en elecciones locales, excepto a ciudadanos comunitarios y países con los que haya acuerdos de reciprocidad. En todo caso, Taboada comentó que el acceso a la regularización debería suponer una normalización total de la situación de los inmigrantes y el reconocimiento completo de derechos. "Y el derecho al voto debería formar parte de ese conjunto global de derechos y entenderse como un acto recíproco", señaló, entre una persona que aporta y participa en el país de acogida y tener posibilidad de intervenir y dar su opinión con el voto en cuestiones que le afectan, como son las municipales. Respecto al presunto interés del partido socialista en reclutar votantes con la medida, Taboada consideró esta hipótesis "una estupidez", y añadió: "además, ellos han tenido cuatro años para hacerlo".

Edgar Constante, desde la asociación de ecuatorianos Rumiñahui, destacó también la imposibilidad legal que tienen la amplia mayoría de inmigrantes y expresó su voluntad de que se les reconozca el derecho a los extranjeros que regularicen su situación.

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