Cortejo de izquierdas para la reina de Castilla

La actriz Silvia Marsó juró su cargo como reina de Castilla, recreando en Segovia una ceremonia ocurrida hace 530 años, cuando fue proclamada en la plaza Mayor la que era princesa Isabel, la Católica llamada, hermana del rey Enrique IV, que acababa de fallecer. A diferencia de entonces, Mícer Hanoro de Lioneres, el nuncio de Su Santidad, estaba encarnado por el arquitecto Juan Luis Pita, mientras que al concejal de IU Francisco Álvarez se le había reservado el papel de Gonzalo López de Cuéllar, regidor del Estado, y al edil del PSOE Juan Cruz Aragoneses, el de Garcifranco, consejero del monarca que certificó la muerte del difunto en Madrid. Tan sólo el abogado Rodrigo de Peñalosa, vizconde de Altamira, representaba al regidor de caballeros y escuderos que llevaba su mismo nombre, hace medio siglo, mientras que los actores Manuel Bran, Francisco Hernández, Joan Llaneras y Juan Gea daban vida al comendador de la ciudad Diego de Avellaneda, a los consejeros de la princesa Juan Díaz de Alcocer y Alonso de Quintanilla, y al alcaide del alcázar -la morada real más antigua de la Corona castellana-, Andrés Cabrera, respectivamente. Y el que no tenía papel, como el responsable municipal, el socialista Pedro Arahuetes, siguió los actos disfrazado de la época, como muchos ciudadanos, aparte de las más de 450 personas que han participado en los actos, desde mercaderes a soldados, bailarines, músicos y jinetes. El especialista en teatro clásico Manuel Canseco fue el encargado de coordinar y dirigir el evento, que se repite el próximo fin de semana, basándose en el testimonio que dejó el escribano Pedro García de la Torre, presente entonces, que relató desde la deliberación del concejo al cortejo, que partió desde el alcázar acompañado con gallardetes y abierto por un conjunto de músicos y atabales, hasta el juramento en el enlosado de la catedral donde sonaron las fanfarrias. Todo se ha representado, con la presencia de miles de personas, hasta ayer domingo, en una vuelta al medievo, dentro de los actos del quinto centenario de la muerte de la promotora de la hispanidad e hija de Juan II (1451-1504), financiados por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, en colaboración con la Consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León, entre otras instituciones, con un presupuesto próximo a los 700.000 euros. El tema le ha dado pie a la consejera de Cultura, la popular Silvia Clemente, para subrayar que así se demuestra cómo Castilla y León hunde sus raíces en la historia frente a comunidades cuya referencia se remonta a la fecha de entrada en vigor de su estatuto de autonomía.-