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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia golpea por alto

Dos cabezazos dan al equipo de Ranieri un triunfo muy apurado ante el Villarreal

Juan Morenilla

El Valencia calcó dos goles en la primera parte para sellar un triunfo muy apurado ante el Villarreal, que mereció mucho más en un segundo tiempo. Fue entonces cuando Riquelme, majestuoso, se ató el balón a la bota e hizo bailar a su equipo. El Villarreal encerró en su área al conjunto de Ranieri, confiado con la ventaja que había sumado y que defendió con tanta racanería como suerte.

El Valencia calcó los dos goles. Dos faltas sobre Rufete, dos balones parados, dos centros enroscados de Vicente a pierna cambiada y un jugador que se adelanta a la jugada por alto. En el primer tanto fue Marchena, más rápido que los defensas del Villarreal. En el segundo ayudó Reina, que en su salida sólo atrapó un puñado de aire. Baraja cabeceó solito. Era el segundo gol con su cabeza rapada en una semana, tras el que anotó en la Supercopa europea.

VALENCIA 2 - VILLARREAL 1

Valencia: Cañizares; Curro Torres, Marchena, David Navarro, Carboni; Albelda, Baraja; Rufete (Sissoko, m. 73), Mista, Vicente (Xisco, m. 78); y Di Vaio (Aimar, m. 67).

Villarreal: Reina; Javi Venta, Quique Álvarez, Gonzalo, Armando Sá; Riquelme, Josico (Battaglia, m. 75), Senna, Cazorla (Font, m. 62); Forlán y Anderson (Xisco, m. 84).

Goles: 1-0. M. 26. Centro de Vicente y Marchena se anticipa para rematar de cabeza. 2-0. M. 38. Baraja se adelanta a Reina en otro centro de Vicente. 2-1. M. 77. Battaglia resuelve un centro desde la derecha.

Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Álvarez, Albelda, Marchena, Battaglia y Sá.

Unos 40.000 espectadores en Mestalla. El Valencia ofreció antes del partido la Supercopa de Europa al público.

El partido presentó un interesante duelo de delanteras. Con 34 años, Anderson bajó a menudo a recibir en el centro del campo, como si diera el pistoletazo de salida a la jugada. En una de ellas recibió, le hizo un caño a Baraja y abrió a la banda a Javi Venta, que prosiguió con el balón y se lo devolvió centrado a Anderson, que remató demasiado cruzado. Poco después asistió con un gran taconazo a Riquelme. Claro que Baraja le tumbó de una patada en la jugada siguiente. A su lado estuvo Forlán, todavía algo fuera de onda, pero que en la segunda parte animó el choque con su gol.

En el Valencia, Ranieri tiró con lo que tenía en ataque, que no es poca cosa. Mista y Di Vaio, nada más. El italiano se dejó caer una y otra vez a las bandas, controlaba el balón con habilidad, pero a la hora del regate... nada. Tampoco acertó a convertir un gran pase en largo de Baraja, que le dejó solo ante Reina. Falló, pero entre ambos se adivina una sociedad productiva para el equipo.

El Villarreal fue un rival muy duro de pelar. Comenzó estirado, ambicioso. En nueve minutos se sucedieron media docena de ocasiones en las dos porterías. Armando Sá corrió sin parar la banda izquierda, lanzado desde el lateral para castigo de Curro Torres, que apenas subió al ataque. Riquelme se incorporó al partido y su equipo lo notó. Juega pausado, sí, pero en su pierna esconde un compás. Cañizares lo probó en varios lanzamientos de falta, mientras la grada contenía el aliento. En el primero rozó apenas la pelota, que se estrelló en el larguero. Cañizares apretó el puño en señal de triunfo y respiró. En la segunda parte, fue de nuevo el palo el que salvó al Valencia.

Marchena abrió el partido en una jugada de pillos. Ausente Ayala, lesionado con su selección, a Marchena le toca liderar la zaga del campeón de Liga. También hacer sus pinitos en ataque, como ayer. Su tanto decantó el encuentro para el Valencia en un momento en el que cualquier podía marcar. Quique Álvarez remató cruzado ante Cañizares, y Senna armó varias veces desde lejos su cañón.

Con el partido de cara tras el gol de Baraja, el Valencia quiso administrar su ventaja y su usura a punto estuvo de costarle muy caro. El Villarreal no desmayó nunca, comandado por un gran Riquelme, que sin embargo no encontró premio a su clase. Mestalla acabó silbando a sus jugadores y pidiendo la hora. El Villarreal, desconsolado por la poca recompensa a su gran final.

Di Vaio protege el balón ante Armando Sá, ayer en Mestalla.
Di Vaio protege el balón ante Armando Sá, ayer en Mestalla.JOSÉ JORDÁN

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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