El Athletic malgasta su juego y su ventaja
Ningún médico se atrevería a diagnosticar a Osasuna y Athletic tras la primera jornada. Los navarros, anémicos y dominados durante la primera mitad, se mostraron pletóricos y castigadores en el segundo tiempo. Los bilbaínos, ordenados y ofensivos, se convirtieron en un equipo esquizofrénico y ramplón. Demasiados cambios para un partido irregular, malo por definición y justo en el marcador, más propio de pretemporada que de una competición oficial. Del encuentro sólo se salvó Savo Milosevic que, siguiendo la tónica general, pasó de Mr. Hyde durante un tercio del partido, a Doctor Jekyll con la única pócima de la constancia y la entrega en la delantera.
Durante los primeros minutos, el Athletic supo dotar de modernidad a los rudimentos del juego y desplegó un esquema de presión en todo el campo, velocidad de ideas y multitud de variantes ofensivas que superaron a un mediocre Osasuna durante cuarenta minutos. El centro del campo de los rojillos, acostumbrado a desentenderse de las labores defensivas, dejó vendida a su propia zaga ante las oleadas rojiblancas que rompían desde atrás masacrando al meta Sanzol. Etxeberria resultó el más beneficiado ante esta tesitura, con dos potentes contragolpes nacidos de pases en profundidad. La primera de las internadas del delantero vasco sirvió para inaugurar el marcador.
OSASUNA 1 - ATHLETIC 1
Osasuna: Sanzol; Izquierdo, Josetxo, Cruchaga, Corrales; Puñal, Pablo García; Ortiz (Muñoz, m. 75), Webo (Cuéllar, m. 52), Moha (Delporte, m. 86); y Milosevic.
Athletic: Aranzubia; Iraola (Javi González, m. 66), Gurpegui, Luis Prieto, Del Horno; Orbaiz, Tiko (Angulo, m. 75); Etxeberria, Jonan García (Urzaiz, m. 69), Yeste; y Ezquerro
Goles: 0-1. M. 17. Etxeberria, de tiro cruzado. 1-1. M. 41. Milosevic, de cabeza.
Árbitro: Daudén Ibáñez. Amonestó a Milosevic, Pablo García, Puñal, Iraola, Yeste, Orbaiz y Javi González. Expulsó a Josetxo por roja directa en el minuto 46.
15.000 espectadores en El Sadar.
Los bilbaínos se acomodaron en su juego vivaz y ordenado sin llegar a hundir la débil nave local, con demasiadas vías de agua en su defensa. Pero al Athletic se le fundieron los plomos. Los pases comenzaron a confundirse con despejes, los desmarques con puras huidas desesperadas, y las ideas con impulsos irracionales. Desaparecieron Yeste y Etxeberria, Tiko perdió su posición y Pablo García y Puñal resucitaron y tomaron las riendas. Con los papeles intercambiados, Corrales sirvió un buen centro y Milosevic, zorro viejo, se apuntó la dirección en su agenda. A la siguiente jugada, Corrales se volvió a escapar por la banda izquierda mientras el delantero serbio ya esperaba en el punto de penalti. El pase, idéntico al anterior, fue aprovechado por Milosevic, que con un bonito cabezazo, certificó la recuperación de su equipo.
El partido se movía al ritmo marcado por los navarros y ni la inexplicabe expulsión de Josetxo a los 30 segundos de la segunda mitad pudo quebrar la determinación de los de Aguirre.
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