España muestra su auténtico valor
El conjunto de Argilés se exhibe ante Eslovenia y mañana se enfrentará a Croacia por el primer puesto del grupo A
Fue tan inverosímil que parecía un cuento de hadas. Pero era real. Muchos debieron pellizcarse para creerse lo que estaban viendo. Sin embargo, lo que España hizo ayer fue mostrar su auténtico valor. Si los jugadores seleccionados por César Argilés son capaces de rendir a su máximo nivel y jugar sin egoísmos, el resultado es éste: una victoria pletórica contra Eslovenia, subcampeona europea, por 41-28. Un tanteo exagerado y debido, en gran parte, al completo hundimiento del rival en los 20 minutos finales. Pero incluso eso fue una consecuencia clara de la impotencia que sentían sus jugadores frente a la calidad que estaban desplegando los españoles.
¿Hasta dónde puede llegar esta selección? ¿Será capaz de subirse al podio y de ganar la medalla de oro, la gran asignatura pendiente del balonmano español? "Todavía es prematuro pensar en todo eso", asegura Argilés; "debemos enfrentarnos a Croacia en el último partido de la liguilla y, después, el martes, llegarán los cruces de los cuartos de final, que es la eliminatoria en la que nos lo jugaremos todo".
ESPAÑA 41 - ESLOVENIA 28
España: Hombrados; Belaustegui (5), Duishebaev (1), Lozano (4), Hernández (1), Juancho Pérez (3) y Juanímn García (5). También: Barrufet, Entrerríos (2), O'Callaghan (3), Colón (4), Romero (7, 1p), Uríos (2) y Ortega (4, 1p).
Eslovenia: Lapajne; Kozlina (1), Kastelic (3), Tomsic (7), Pajovic (7), Brumen (3) y Zorman (1). También: Kavticnick (4), Ostir, Zvizej (2) y Vugrinec.
Marcador cada cinco minutos: 4-4, 8-5, 10-9, 10-11, 15-13, 18-15, 20-17, 24-18, 30-20, 33-23, 35-25 y 41-28.
Árbitros: Ullrich y Lemme. Excluyeron a Colón, Juancho Pérez (2), Kozlina, Tomsic y Brumen.
Pabellón Faliro: 500 espectadores.
Por el momento, las cuatro victorias consecutivas permiten a España vislumbrar el futuro con bastante optimismo. No ya sólo por el hecho poco común de seguir invicta, sino por la forma como ha ido evolucionando el equipo. Ahora mismo, tiene asegurada la segunda posición en el Grupo A. Y un empate contra Croacia, el domingo, la confirmaría en el primer puesto, que ahora ostenta. La diferencia entre una y otra posibilidad es brutal. El primero se enfrentará al cuarto clasificado del Grupo B, probablemente Grecia o Egipto. El segundo se cruzará con el tercero, presumiblemente Hungría, un adversario de mucha más entidad.
"Nosotros sólo pensamos ahora en ganar a Croacia", dijo Iker Romero, que acompañó a Argilés en la conferencia de prensa. Romero está siendo una de las grandes sorpresas de este torneo olímpico, porque se ha serenado y es capaz de controlar mejor sus emociones y de retener el balón y pasarlo si no tiene una buena posición de lanzamiento. Tanto Juancho, hasta su segunda exclusión, como él realizaron ayer un gran trabajo defensivo y contribuyeron a dar solidez a esta línea. Recuperando la fuerza de la defensa, España vuelve a sus raíces, a los orígenes de aquel gran equipo que ganó dos medallas de bronce en las citas de Atlanta 96 y Sidney 2000.
Si la defensa funciona, todas las demás piezas se van encajando a la perfección: llegan los contraataques, vuelve la garra, sube la moral y el conjunto se siente cómodo en la pista. Todo eso contribuye a mejorar el ambiente interno en todos los niveles y a que el cuadro juegue de modo más altruista. Como ayer, cuando muchos jugadores prefirieron buscar al compañero, a pesar de tener posiciones de tiro, buscando la mejor opción para el remate final de la acción atacante. Gracias a eso, la segunda línea pudo mostrar su calidad, consiguiendo una efectividad brutal de 22 goles por sólo tres errores claros de lanzamiento.
"Tal como estamos jugando", agregó Barrufet, de nuevo pletórico en la portería, "podemos ganar a cualquiera, pero hay que seguir yendo con humildad y respetar a todos nuestros rivales. Especialmente, a Croacia. No en vano es el campeón mundial".
Croacia ganó a España, tras dos prórrogas, en las semifinales del Campeonato del Mundo de Portugal, camino de su título. Y luego volvió a superarla (29-30) en el primer partido del Europeo de Eslovenia con un gol fantasma concedido por los árbitros fuera de tiempo y que condicionó la evolución española. "Todo eso ya es el pasado", concluyó Romero; "ahora deberán sufrir mucho si quieren ganarnos".
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