Clásicos para noches de verano
Alo largo del verano, la música clásica lleva el sello del Royal Albert Hall. Sede de los famosos y populares Proms, festival inaugurado hace 110 años y que actualmente regenta la BBC, el Albert Hall garantiza calidad y variedad musical día tras día hasta el 11 de septiembre. Los Proms cuentan además con el aliciente de una política de bajos precios, que asegura la puesta en venta de unas 150.000 localidades de butaca durante toda la temporada presente en torno a los 15 euros y 1.400 sin asiento cada jornada por unos 6 euros.
La presente edición refuerza los lazos entre Occidente y Oriente con un recital a cargo del violonchelista Yo-Yo Ma y su Silk Road Ensemble, además de nuevas partituras de un trío de compositores chino-estadounidenses. Coincidiendo con los aniversarios de Dvorák y Janácek se recuperan piezas de los maestros checos bajo la batuta de Bernard Haiting y otros directores de calibre internacional. Entre los encargos específicos para la edición de 2004, la orquesta de la BBC interpretará obras de John Casken, Zhou Long y Joby Talbot. Como es habitual, una explosión de patriotismo por parte de la audiencia añadirá el punto de color a la noche de clausura.
Frente al protagonismo de
la música clásica, Londres rara vez brilla por los conciertos de pop y rock en la temporada veraniega. Artistas y bandas punteras están ocupados en atender la decena de festivales que se convocan en agosto por el resto de la isla, aunque algunos suelen actuar en pequeños locales londinenses, en sesiones por lo general secretas hasta muy última hora, como rodaje a su encuentro con el público de masas.
Madonna ha apostado en cambio por Londres, y su gira mundial recala en los pabellones de Earls Court y Wembley hasta el 26 de agosto. Los Pet Shop Boys prometen ser las estrellas de septiembre con el estreno en directo de su último y singular trabajo. Se trata de una composición para la banda sonora de El acorazado Potemkin, el filme clásico de Serguéi Eisenstein, que interpretará la Orquesta Sinfónica de Dresde en la explanada de Trafalgar Square la tarde del 12. Este concierto, así como el resto de la programación en la renovada y peatonal Trafalgar Square, es gratuito.
Algo más típico y, para el visitante extranjero, sorprendente son los conciertos-picnic en los parques de Londres. Comienzan hacia las siete de la tarde y la música tiende a ocupar, al menos en la zona gratuita, un segundo plano frente al espectáculo de familias locales y grupos de amigos acampando sobre mantas de cuadros escoceses, con sus cestas de paja y candelabros de velas, compartiendo comida y bebidas. Hampstead Heath, en el norte de la ciudad, y Twickenham, al oeste, lideran la escena con una programación repleta este verano de grandes promesas. Entre ellas, Omara Portuondo y Jamie Callum.
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