Tragedia final en el K-2

Los peores presagios se confirmaron a primera hora de ayer. Manel de la Matta, de 41 años, uno de los tres alpinistas catalanes que salieron del campo base para alcanzar la cumbre del K-2, de 8.611 metros, por la exigente vía de la Magic Line, falleció ayer víctima de una peritonitis, derivada de una apendicitis, que sufrió durante el descenso, según apuntaron los portavoces de la expecidión en Barcelona.

De la Matta se encontró indispuesto el pasado lunes cuando integraba la cordada de ataque con Òscar Cadiach y Jordi Corominas, que, posteriormente, holló la cima en solitario y sin oxígeno. Tras vivaquear los tres alpinistas a unos 8.100 metros de altura, De la Matta se sintió mal y desistió de encarar la cima. El alpinista acordó entonces junto a Cadiach iniciar el regreso al campo base por la misma ruta de ascenso. Según los portavoces de la expedición, De la Matta empezó a presentar síntomas de enfermedad "sin que pareciese algo grave".

Tras llegar el martes al campo 3, situado en el púlpito de la Magic Line (7.500 metros) y, posteriormente, al 2 (6.900) -un nido de águilas-, los problemas del alpinista se agudizaron de camino al campo 1, situado en el collado Negrotto (6.400). En la madrugada de ayer el campo base recibió un aviso de socorro. "Help Negrotto", se escuchó por dos veces por el radiotransmisor de Cadiach. Y luego el silencio por falta de baterías. El mal tiempo impidió un intento de rescate por parte de Valentí Giró, el alpinista encargado de la logística, y dos porteadores baltís. De la Matta no lo superó. El alpinista, economista y director del centro de montañismo de la escuela Pia de Sarrià moría en los brazos de Cadiach, a 1.300 metros de desnivel del campo base. Cadiach, agotado, abandonó la tienda y en el descenso se encontró con Giró, que iba en su busca. Ahí le comunicó el fatal desenlace. El éxito de Corominas en la Magic Line- no se repetía desde su apertura en 1986 por los polacos- quedó en un simple homenaje a Manel.