Japón recupera el trono
El conjunto asiático supera a los de Estados Unidos y Rumania mientras el de China fracasa
La batalla de los grandes de la gimnasia se desarrolló el lunes por la noche con fragor y acabó centrada en tres, respetándose las posiciones de la fase clasificatoria, en la que España, décima, se quedó fuera. Japón reconquistó viejas glorias y ganó el título. Su sexto entorchado desde su racha de cinco oros desde Roma 60 hasta Montreal 76. La gran decepción fue China, que de campeona en Sidney 2000 pasó a quedarse fuera del podio, sólo quinta. El joven Hainbin Teng, muy mal en suelo y paralelas y caído de la barra fija, la arrastró al desastre. Rusia, otra desconocida para sus viejas glorias, fue sexta. Estados Unidos, en cambio, segundo en sus Mundiales de 2003, repitió la plata y confirmó su asalto a una cumbre distinta de la de Los Ángeles 84, en la que no estuvieron los países del Este por el boicoteo. Entonces sí estuvo Rumania, frustrante tercera tras perder el oro en la barra fija por los fallos de Razvan Selariu e Ioan Suciu.
El nuevo sistema de tres gimnastas por país y aparato dio un aire fresco. En la primera rotación, Estados Unidos puso la primera pica y la sorpresa empezó siendo el hundimiento de China y Japón en el suelo. Los estadounidenses, con Paul Hamm, el mejor gimnasta del momento, se exhibieron y los chinos confirmaron sus horas bajas. A su vez, los japoneses hacían peligrar su triunfo tras la gran actuación del sábado. Rumania quedaba tercera a la expectativa, tras Rusia, con el veterano Alexei Nemov como referencia en la barra fija.
Los rumanos siguieron su escalada y el caballo les sirvió para ponerse segundos tras los estadounidenses, que se reafirmaron como líderes en este aparato. Japón lo aprovechó ya para subir al tercer puesto y China al quinto, en el que no resistiría, mientras Rusia pasaba otro calvario en el suelo.
Rumania alcanzó la cima en la tercera rotación gracias a las anillas. Se puso primera, por delante de Japón, que también subió al segundo puesto. Estados Unidos siguió en el podio, pero demostró que es su peor aparato y fue incluso amenazado por China en su canto del cisne.
Ya no hubo más cambios que en el podio. La emoción en la cumbre, pero hasta el mismo final, porque se mantuvieron las posiciones -Rumania, Japón, Estados Unidos- en la cuarta y quinta rotaciones, con el salto y las paralelas. La decisión llegaría en la sexta y última con la siempre espectacular barra fija. Los fallos de los rumanos Selariu y Suciu bajaron a su equipo al tercer lugar y dieron el oro a Japón, que aumentó su ventaja de unas décimas a casi un punto, y la plata a Estados Unidos. Dos de sus tres gimnastas, Hiroyuki Tomita y su estrella, Takehiro Kashima, se fueron a las notas más altas de la noche, por encima de 9,80, como el estadounidense Jason Gatson en paralelas, los chinos Qin Xiao en caballo y el campeón del mundo de 2003, desconocido aquí, Li Xiaopeng, también en paralelas, y el rumano Dragulescu en salto. Él será uno de los grandes rivales de Gervasio Deferr en la final de este aparato.
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