"¡Aquí hay mucha política!"

A Concha Montaner le costaba ayer hablar. Con la voz entrecortada, emocionada, discutía los criterios de selección de la Federación Española de Atletismo, que ha decidido llevar a Atenas a Niurka Montalvo en vez de a ella, actual campeona nacional de salto de longitud y con mejor marca que la hispano-cubana, quien disputará sus primeros Juegos como española después del veto del Gobierno de Cuba a su participación en los de Sidney 2000.

"Estoy muy fastidiada", afirmó Montaner minutos después de aterrizar en el aeropuerto de Manises (Valencia) procedente de Huelva, donde el viernes disputó el concurso de longitud de los Juegos Iberoamericanos. "Soy la campeona de España, título que conseguí la pasada semana en Almería. Tengo mejor marca este año que Niurka y el pasado salté 6,78 metros, la mínima A para los Juegos. Cumplo todos los requisitos. No entiendo todavía por qué me han dejado fuera".

Según el reglamento de la federación, si en una prueba hay varios atletas con la mínima B, sólo puede ser seleccionado uno. La federación, ante la encrucijada de elegir entre Montaner, que acredita este curso 6,59 metros, o Montalvo, con 6,58, ha optado por esta última. En la polémica decisión ha influido el hecho de que la cita griega será la última gran competición de Niurka, de 36 años. Pero los dirigentes deportivos han tenido en cuenta además la experiencia de la hispano-cubana, campeona mundial en Sevilla 99. Y también que en las últimas semanas ha hecho dos saltos nulos -en ambos, una casi imperceptible huella en la tabla de batida- de unos 6,80 metros.

"Los nulos son nulos", protesta Montaner; "no valen para nada. En el atletismo, un centímetro es un centímetro y yo he saltado este año un centímetro más que Niurka. Estoy decepcionada". La valenciana, de 23 años, está "muy sorprendida" de los argumentos expuestos por la federación: "Me han dicho que en Huelva me jugaba la plaza olímpica [finalizó la segunda, tras Montalvo]. Pero yo no sabía que me la jugaba allí. Nadie me avisó. Pensaba que el atletismo era un deporte justo, que se tenían en cuenta las marcas y... ya está. ¡Pero aquí hay mucha política!".

Mientras tanto, Montalvo, nacionalizada española en 1999, poco antes de los Campeonatos del Mundo al aire libre de Sevilla, afronta la cita entusiasmada: "Voy a darlo todo". Ausente en los Mundiales de París de 2003, los que no pudo preparar debido a que dio a luz a su primer hijo, Daniel, unos meses antes, en abril, tenía los Juegos entre ceja y ceja: "Competir en Atenas fue por lo único por lo que me reincorporé al deporte".

A Niurka, plusmarquista nacional, con 7,06m, le vino de perlas el embarazo para recuperarse de una lesión en su pie derecho que todavía arrastra. En Huelva, el viernes, saltó infiltrada. Era su última oportunidad para lograr el billete olímpico. No la desperdició. Saltó 6,58, mínima B. Terminado el concurso, sincera, afirmó: "No me veo con estas marcas en Atenas". Sabe que la rusa Lebedeva ha saltado este año 7,30; que otra rusa, Simagina, tiene 7,27; que la jamaicana Goulbourne acredita 7,16... Pero también sabe que otras figuras del salto, entre ellas Dreschler, Aldama o Lebedeva, obtuvieron grandes victorias después de tener a sus hijos. "Iré con mis mejores armas: las dos piernas y el espíritu de lucha", concluye.