Regás insiste en abrir a todos la Biblioteca Nacional en septiembre

La directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, mantuvo hoy su intención de abrir en septiembre la Biblioteca Nacional a todos los ciudadanos y no sólo a los investigadores, como hasta ahora.

Regás indicó que cree que es posible y afirmó que "intenta por todos los medios" lograr esta apertura a todos los lectores y también poner a disposición del público los libros editados a partir de 1931 y no sólo desde el 57, lo que dejaría el acceso libre a las publicaciones de la etapa republicana.

La directora de la Biblioteca Nacional, que asumió el cargo en junio pasado, explicó que este proceso "requiere organización y personal", que en la actualidad es de 600 profesionales que integran la plantilla.

Evitó dar cifras porque "lo que no puedo conseguir prefiero no pensarlo" y agregó que "hay gente muy valiosa que creo que está de acuerdo con el proyecto y lo va a apoyar", declaró.

Puntualizó que una biblioteca con más de diez millones de volúmenes como la Nacional "no es para leer 'Crimen y castigo' sino para leer libros que no hay en las bibliotecas de barrio o las universitarias".

Recordó que su intención es explicar a la sociedad la utilidad de la Biblioteca Nacional y "promocionar las bibliotecas para que acudan a ellas personas jóvenes, viejas, ricas y pobres, todos".

Regás comentó estos aspectos de su nuevo trabajo en la Biblioteca Nacional antes de pronunciar una conferencia en A Coruña dentro de un taller organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en el que mañana tratará de mostrar a sus alumnos las "Claves para estructurar la novela".

Explicó que "no se puede enseñar a escribir, sino orientar al escritor en el camino a su propio estilo y voz y en algo muy necesario, que es el criterio sobre la propia obra y la de los demás".

Aseguró que "no se inventa nada, sino que se manipula la realidad" a partir de la experiencia, de la memoria y del olvido del autor, al que "sólo se le pide que su mundo de ficción sea coherente y creíble".

La novelista se mostró convencida de que "todo autor escribe su propia historia una y otra vez aunque con elementos que no reconoce" y que proceden de la "manipulación y fabulación" de su realidad.

Regás precisó que no tratará de "imponer" su opinión a sus alumnos, ya que "no hay que hacer caso nunca a nadie del todo sin que lo que nos digan pase antes por nuestro entendimiento".

En su opinión, "el verdadero conocimiento parte de ese debate" de ideas que permiten "avanzar por el camino de la libertad y la crítica" y "desbaratar muros con la cultura como los de toda la ultraderecha y los fanáticos del mundo que no quieren que nada cambie".

La también editora situó el origen de sus ideas en la Barcelona de las décadas de los 60 y los 70, en la que junto a intelectuales como Manuel Vázquez Montalbán "se aprendió el valor de la protesta y de la transgresión que desbarata esos muros".