Colsa, contra su 'miedo escénico'

Gonzalo Colsa Albendea (Santander, 1979) va y viene como una peonza. Se presenta cada verano como un nuevo refuerzo del Atlético y después hace las maletas y se marcha: ha sido prestado los dos últimos cursos al Valladolid y el Mallorca. Pero, entre viaje y viaje y como contrapartida, aumenta los años de su contrato con el club rojiblanco, aunque, eso sí, subraya: "He tenido que hacer un esfuerzo para volver".

Claro que esta vez parece que su regreso es el definitivo. César Ferrando, el técnico, le quiere: "Nos va a ayudar muchísimo". Y el Calderón, dice, ya no le asusta. Aquel joven que llegó a Madrid a los 21 años y con una amplia experiencia internacional ha crecido. Ya no se asusta: "No sabía donde me metía. La responsabilidad durante aquella temporada en Segunda era muy grande. No se podía defraudar a 60.000 personas" .

Colsa, un mediocentro "con pegada" al que todos los entrenadores tienden a situar más atrás de lo que a él le gustaría, llegó al Atlético en 2001. Luis Aragonés insistió en su contratación. El cántabro brillaba en la selección sub 21. Pero Luis, el mismo que le había pedido, le fue apartando del equipo. El veterano preparador pensaba que Colsa se arrugaba. "A veces la relación con el preparador que te toca no es tan buena como una desearía", dice ahora, con prudencia, el jugador.

A la campaña siguiente se fue al Valladolid. Y a la otra, al Mallorca. En principio, el crucero a la isla le tocaba hacerlo a Movilla, pero la rotunda negativa de éste precipitó su nueva cesión. Y en ella se topó una vez más con Luis. Todo funcionó bien hasta los últimos cinco encuentros de la Liga. Entonces, el ahora seleccionador nacional volvió a observar cosas en él que no le gustaron y le sentó en el banquillo: "Fue una casualidad, pero nunca he tenido problemas..., excepto con Luis". Colsa tenía un contrato de cesión con el Mallorca por dos años. Pero Toni Muñoz, el director deportivo del Atlético, ha precipitado su regreso.

No ha tenido Colsa la progresión que se esperaba de él cuando brillaba en las selecciones inferiores. "En comparación con otros compañeros, no he subido tanto. Por ejemplo, no he debutado en la absoluta", concede. Pero también se reivindica: "En el Valladolid y el Mallorca he acumulado minutos y prestigio".

Colsa es una pieza importante en la idea de Ferrando de que el Atlético recupere la costumbre de construir el juego desde el centro hacia las bandas: Simeone o Luccin, por delante justamente de la defensa; Colsa, flotando un poco más arriba, e Ibagaza mucho más cerca de Fernando Torres.

El argentino Simeone, uno de esos compañeros de línea, le alaba: "El equipo cuenta ahora con la ambición de presente y futuro de Colsa". También su técnico ha reconocido que su presencia en el campo "es muy importante". Ya sólo le falta demostrar desde hoy que, en efecto, ha superado su juvenil miedo escénico al Calderón.