Reyes Estévez aviva la llama

El atletismo español dejó buenas sensaciones en los Campeonatos nacionales, finalizados ayer en Almería. Pese a lo caras que serán las medallas e incluso las finales en los Juegos Olímpicos de Atenas, hay esperanzas de que se igualen viejos tiempos de gloria en la cita griega. No hay demasiadas posibilidades en muchas pruebas, pero sí abundantes en unas pocas.

Una de ellas, la más emblemática, aunque no sea la época de José Luis González, José Manuel Abascal o Fermín Cacho, será los 1.500 metros, en los que Reyes Estévez ganó como antes, cuando maravillaba antes de caer en picado. Arrolló a Álvaro Fernández y Juan Carlos Higuero. En la prueba femenina, con otro póker de aspirantes, Natalia Rodríguez, la única ganadora española de una prueba de la Liga de Oro, impuso su ley.

Otra de las buenas sensaciones de ayer estuvo en la recuperación de Antonio Reina en los 800 metros. Su triunfo indiscutible, con el ataque inicial en la última curva y arrollador en la recta, devolvió la esperanza de que al menos aspire a estar a gran nivel en Grecia y de que su hundimiento en la reunión de Madrid, justamente en los últimos metros, sólo fuese una anécdota. Maite Martínez también estuvo imparable y, tras sus problemas de salud, abrió también esperanzas ante los Juegos.

Especialmente vibrante fue el triunfo en 5.000 de Carlos Castillejo a lo Marta Domínguez, reaccionando tras el último ataque de Carlos García. La decepción fue Juan Carlos de la Ossa, que dejó la otra plaza olímpica a Roberto García.

En disco, Mario Pestano, con su mejor serie, muy por encima de los 60 metros, confirmó que tanto él como Manolo Martínez en peso pueden estar en los podios mucho más fácilmente que atletas de carreras a poco que se descuiden los gigantes estadounidenses y de la Europa oriental. Y sin olvidar la que parece fija medalla en marcha, la de Paquillo Fernández en los 20 kilómetros, que el sábado se dio un buen paseo de entrenamiento.