Pla presenta una dirección a su medida de cara al 2007 y con escasas concesiones

Joan Ignasi Pla, líder de los socialistas valencianos, se la jugó y presentó al 10º congreso nacional del PSPV-PSOE, clausurado ayer en Castellón, una Ejecutiva a su medida, donde sólo repiten 11 de los 31 miembros, mantiene los equilibrios territoriales y con escasas concesiones a las sensibilidades internas del partido. Su determinación le restó apoyos y la Ejecutiva salió adelante con un 62% de votos y una alta abstención. Pla ha elegido un grupo, que combina experiencia y renovación, para elaborar una alternativa con la que recuperar la Generalitat en 2007.

El secretario general del PSPV ha convertido 2007, año de elecciones municipales y autonómicas, en, probablemente, su último intento para recuperar el gobierno de la Generalitat y de los ayuntamientos más importantes, que para entonces llevarán 12 años en manos del PP. Joan Ignasi Pla ha elegido para ese difícil viaje, en el que no sólo deberá acreditar su valía ejerciendo la oposición en las Cortes Valencianas sino también vertebrar un proyecto político pensado en clave ciudadana, a un grupo de personas con capacidad de trabajo, respaldo social y que se encuentran en su gran mayoría en el actual grupo parlamentario socialista. "Un posible gobierno en la sombra", comentaba ayer en los pasillos una delegada socialista, que reestructura gran parte de las secretarías de área para hacer más eficaz la oposición a la gestión del Consell que preside el popular Francisco Camps.

Pla reduce el número de miembros de los 37 anteriores a 31 y estructura la Ejecutiva en torno a 13 áreas de trabajo, a las que se adscribirán las 15 secretarías ejecutivas (vocales), donde Pla sí se permitió algunos encajes territoriales e incluso la integración de familias -un término del que el dirigente socialista huye a menudo- como ha sido la incorporación de la alcaldesa de Aldaia, Empar Navarro, vinculada al ciscarismo, o la cuota de la corriente Izquierda Socialista, que vuelve a los órganos de dirección del PSPV después de cuatro años al margen. Son dos ejemplos, pero se podrían encontrar más casos. Al frente de la Ejecutiva, además de Pla, estarán el alcalde de Elche, Diego Macià, en la presidencia y, como vicesecretaria, Isabel Escudero, renovadora de Castellón, que suena como candidata a la alcaldía de esa ciudad en 2007.

Esta candidatura, la única presentada al congreso, recibió el 62% de los votos y un 38% de abstención -unos pocos delegados ni votaron-, frente al apoyo del 70% que obtuvieron los 49 miembros del Comité Nacional -el resto hasta casi 200 se elegirán en los congresos comarcales del partido- o los 14 dirigentes que el PSPV eligió para que formen parte del Comité Federal del PSOE. La lista la encabezaba el anterior presidente del partido y ex alcalde de Elda Juan Pascual Azorín. Sólo uno o dos días antes Pla había recibido el apoyo del 98% del congreso a su informe de gestión y el 82% de los votos en su reelección como secretario general. El voto de castigo a la Ejecutiva era innegable.

"Se la ha jugado y sabía que esto podía pasar", comentaba un dirigente del partido, después de una noche que rompió con la liturgia socialista de prolongar hasta la mañana siguiente las negociaciones para confeccionar la Ejecutiva. Joan Ignasi Pla dejaba cerca de las dos y media de la madrugada el Rectorado de la Universitat Jaume I, donde se encerró con su secretario de Organización, Vicent Sarrià, a recibir a los cabezas de delegación para conocer sus propuestas. Muchas delegaciones criticaron abiertamente las formas de Pla, que dejó a Sarrià y a Antoni Such que cerraran los últimos flecos de la Ejecutiva. Otros se enteraron casi por casualidad, como Joaquim Puig, que se enteró de que no contaban con él en un encuentro fortuito con Pla en los pasillos. Conforme pasaban las horas cobraba fuerza la idea entre los delegados apostados a las puertas del rectorado de que Pla tenía claro su equipo desde hacía días y que hizo sólo algunas modificaciones de última hora en función de las presiones territoriales.

A primera hora de ayer se produjo un sobresalto en la corriente IS, que había perdido entre la madrugada y las ocho y media de la mañana a sus representantes en los comités nacional y federal. Finalmente no presentaron las listas alternativas que confeccionaron a toda prisa porque la dirección rectificó.