"Incorporar a Sala en la ejecutiva no ha sido una rehabilitación"

José Zaragona (Molins de Rei, 1961) ha asumido en el congreso la secretaría de organización. Será la única persona de la cúpula directiva del PSC sin ninguna responsabilidad institucional.

Pregunta. ¿Hacía falta rehabilitar a Josep Maria Sala e incorporarle a la ejecutiva?

Respuesta. No ha sido una rehabilitación. En estos tiempos al PSC le hacen falta manos y Sala siempre ha demostrado una gran capacidad y eficacia en el trabajo.

P. Ha sido uno de los más aclamados.

R. Tiene que ver con cuestiones emotivas y sentimentales. Cualquiera que conozca a Sala, incluso gente de otros partidos, sabe que en el trato se hace querer.

P. De la cúpula del PSC usted es el único sin responsabilidades institucionales. ¿Esto le convierte en el hombre fuerte en la sede?

R. No tiene nada que ver. José Montilla es ministro y tiene más capacidad para llevar adelante las tareas del partido que el resto de los miembros. Es una cuestión de reparto de trabajo y de sacar el máximo rendimiento a las personas de este equipo.

P. No ha habido mucha renovación de caras en la ejecutiva.

R. Hace cuatro años se renovó casi el 100% de la ejecutiva. A pesar de eso, ahora hay bastantes cambios y alguno significativo. Hay que recordar que es un congreso que se celebra después de obtener unos resultados que avalan el trabajo de la anterior ejecutiva.

P. ¿Su misión es que el partido no quede debilitado ante la acumulación de poder del PSC?

R. El hecho de que los ciudadanos nos depositen su confianza para gobernar no debilita al partido, sino que lo debilita cuando nos retiran su apoyo. Más bien el PSC es un partido fuerte, sensanto y razonable que de una manera moderada está afrontando los problemas.

P. Sus prioridades como secretario de organización.

R. La nueva realidad política obliga al PSC a coordinar los gobiernos de España y Cataluña y de la mayoría de ayuntamientos. Y ello a la vez nos obliga a tener un partido más sólido, más identificado y conectado con la sociedad civil para que el día a día del Gobierno no nos haga olvidar sus problemas. La gran ventaja es que podemos coordinar las políticas de todas las instituciones y aportar, por tanto, soluciones conjuntas.