Nueva novia para el entrenador Ericsson

Bajo la apariencia del hombre tranquilo que soporta impasible los fracasos de la selección británica de fútbol, el sueco Sven-Göran Ericsson,

Svennis, parece esconder un corazón bastante cálido. Al menos a juzgar por la frecuencia con que su nombre aparece en la primera plana de diarios británicos sensacionalistas (y no tanto), vinculado a algún asunto amoroso. El más reciente -decir el último sería aventurado- lo vincula a Faría Alam, de 38 años, secretaria de la Asociación de Fútbol de aquel país con la que, según las fuentes mencionadas, habría vivido un reciente apasionado romance mientras estaba de vacaciones sin la compañía de su hasta ahora compañera sentimental, la temperamental abogada italiana Nancy Dell´Ollio. Según las mismas y diversas fuentes que aluden a informaciones procedentes de amigos de la pareja, Nancy no habría asumido con calma las revelaciones periodísticas y éste sería el momento en que Svennis habría buscado refugio en su idílica residencia de verano en Björkefors, un pueblecito rural en la región central del país. Los diarios suecos han dado gran acogida a las informaciones de los colegas británicos sobre su compatriota y afirman incluso que en hace unas noches el Volvo de Svennis estaba estacionado frente a la mansión. Todos coinciden en que si no hay alguna prueba convincente que pueda contrarrestar las versiones circulantes, su relación de seis años con Nancy podría haber terminado. Ericsson pudo sortear las turbulencias del affaire amoroso con su compatriota Ulrika Johnsson y mantener más o menos tranquilos a los irascibles hooligans británicos, pese a que el seleccionado inglés fue eliminado en la reciente Copa de Europa. Queda por saber si logrará salir airoso de esta nueva prueba.