Choque frontal y mortal en la carretera de Andalucía

Javier Padilla Terrón, de 24 años, y Enrique Vázquez López, de 22, murieron minutos después de las 7.30 de ayer en el kilómetro 6,800 de la autovía de Andalucía (A-4), en los carriles de entrada a Madrid, al colisionar el Seat Ibiza en el que circulaban en sentido contrario contra un Mercedes que transitaba correctamente, según fuentes de Emergencias de Madrid y del Instituto Anatómico Forense. El conductor de este último vehículo, un hombre de 46 años que viajaba solo, resultó herido grave, con fractura en una pierna y traumatismos torácico y abdominal. Permanece ingresado en el hospital Doce de Octubre, situado muy cerca del lugar del accidente.

Un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT) atribuyó el fatal accidente a "una posible confusión" del conductor del Seat Ibiza, que le habría llevado a incorporarse a la A-4 en sentido contrario y circular por esta vía durante varios centenares de metros.

El lugar del accidente es el último tramo de la A-4 antes de llegar a la capital, sólo unos 500 metros después del desvío de esta autovía hacia la M-40. Tras pasar bajo el cartel que indica "M-30 y centro ciudad", la carretera de Andalucía se convierte en una vía de dos carriles por los que se transita en sentido norte.

Para circular en sentido contrario sólo existen tres opciones. Todas ellas suponen la realización de giros de casi 180 grados desde los accesos a la A-4 desde Legazpi, la M-30 o la M-40 y la circulación errónea durante más de un kilómetro. Fuentes de Emergencias Madrid mostraron su "extrañeza" por las circunstancias del accidente.

Colisión "brutal"

La colisión entre los dos vehículos fue "brutal", según el portavoz de Emergencias Madrid. El tramo en el que ocurrió el siniestro es una curva muy abierta en la que es posible circular a unos 100 kilómetros por hora.

Al parecer, según lo manifestado por un testigo que fue adelantado por el Mercedes instantes antes de la colisión, ésta era la velocidad a la que circulaba este último vehículo.

El choque fue frontal y los dos coches quedaron hechos un amasijo de hierros. Uno de los dos ocupantes del Seat Ibiza murió en el acto. El otro, que fue rescatado por los bomberos entre los restos del vehículo, pereció minutos después al sufrir una parada cardiorrespiratoria de la que no le pudieron sacar los sanitarios del Samur-Protección Civil, que le atendieron durante más de veinte minutos.

El conductor del Mercedes accidentado también tuvo que ser rescatado por los bomberos municipales de entre los hierros antes de ser trasladado al Doce de Octubre.

Los cuerpos de los dos fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense, situado en Ciudad Universitaria, donde les fue practicada la autopsia.