Zapatero pide al PP que tenga la "valentía y el coraje" de asumir con naturalidad su derrota

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, había pensado que tres meses después de las elecciones generales el PP habría ya interiorizado que está en la oposición. Pero, a su juicio, no es así. "No importa, tendré toda la paciencia que haga falta hasta que hagan la digestión, que, al parecer, les está resultando lenta y pesada", dijo Zapatero en Toledo, en la inauguración del congreso de los socialistas de Castilla-La Mancha. Lo que ayer quiso Zapatero fue mandar dos mensajes a sus principales oponentes políticos. En primer lugar, les pidió que dediquen "un poco de tiempo a pensar en el futuro del país y en los problemas de los ciudadanos" y no estar tan pegados al pasado. Y en ese contexto subió el tono para decirles lo siguiente: "Pido al PP que tenga la valentía y el coraje de asumir con naturalidad que está en la oposición, porque además será respetado por este Gobierno, algo que ellos no hicieron".

Y vino el segundo mensaje o consejo: "Pido al PP que no tenga miedo al cambio, que se sume a las reformas para el mejor funcionamiento de las autonomías y que no haga como siempre ha hecho la derecha en España, que ha sido quedarse por detrás del progreso".

Además de estos dos recados para el PP, el líder de los socialistas dedicó un tiempo a resumir ante los castellano-manchegos algunas de las principales actuaciones de su Gobierno y anticipó que la próxima semana presentará un estudio para comparar lo que ha hecho su Gabinete en 100 días con lo que hizo el presidido por José María Aznar en el mismo tiempo. Momentos antes había dicho que no tiene intención alguna de "mirar al pasado". El presidente del Gobierno glosó algunas de las medidas que horas antes había tomado el Consejo de Ministros como, por ejemplo, informar sobre el estado de las cuentas públicas. Presumió de esa medida y atacó al Gobierno anterior. "Empezamos la etapa de la transparencia; no más cuadrar las cuentas con falsedades".

Durante casi 50 minutos, el jefe del Ejecutivo, en muchos momentos en tono vehemente, aseguró que su Gobierno ha puesto en marcha "un proyecto de no retorno" para favorecer a los más necesitados con medidas de amplio calado social. Zapatero, con su presencia ayer en Toledo, quiso mostrar su afecto personal y político a José María Barreda, presidente de la comunidad y que mañana será reelegido secretario general del PSOE de esa región. Zapatero le ofreció todo el apoyo del Gobierno de la nación para "trabajar juntos en favor de Castilla-La Mancha". No olvidó citar al anterior presidente, José Bono, que ahora es "un gran ministro".