Un informe del CCCB denuncia el "autismo" de los partidos políticos

Un estudio presentado ayer en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), elaborado por un grupo de expertos en política, vierte duras críticas contra el actual sistema de partidos, a los que acusa de "autistas" por haber perdido sus "referentes ideológicos" e impedir los "debates internos". Ésta es una de las principales conclusiones de un seminario organizado por el CCCB antes de los cambios gubernamentales que se han producido tanto en Cataluña como en España.

El documento, que firman, entre otros, los estudiosos Josep Ramoneda, director del CCCB, y Joan Subirats, catedrático de Ciencia política de la Universidad Autónoma de Barcelona, señala que las formaciones políticas "han perdido los antiguos referentes políticos y morales", "se han convertido en máquinas electorales" que no permiten disidencias internas. Todas estas circunstancias han contribuido a que los partidos tengan un "descrédito notable" entre los ciudadanos. "Un militante puede discrepar, en teoría, de las consignas de su partido, pero en la práctica las presiones internas lo hacen inviable", se añade.

En el documento se acusa a los políticos de padecer "miopía" al no "saber detectar el potencial de alternativas, como plataformas, clubes o ateneos", y se añade que se dan paradojas dentro del discurso de los políticos, "que reclaman participación e interés genuino, pero que [al tiempo] lo rechazan cuando les parece excesivo o cuando no lo controlan".

En cuanto a la situación política catalana, el estudio advierte de la "mala salud" de la autonomía debido a los últimos 15 años de gobiernos de Jordi Pujol, que "resultaron frustrantes y estancados", frente a sus inicios "creativos", como por ejemplo con la puesta en marcha de TV-3 o la policía autonómica.

Respecto al modelo de Estado, el informe surgido del seminario del CCCB analiza los diferentes modelos que, en su opinión, han surgido en España y los identifica con los partidos catalanes. Por una parte, la vía Zaplana, en la que "bajo una aceptación litúrgica del statu quo actual se esconde la indiferencia o el rechazo a la propia identidad", que asimila al PP o a ciertos sectores del PSOE; la vía pujolista o clásica, que "insiste en agotar el marco de convivencia constitucional y estatutario a fuerza de negociación o regateo", que representarían CiU y el PSC, y la vía Ibarretxe, que "apuesta por una reforma radical del marco vigente", incluso pudiendo llegar a la "secesión democrática", con Esquerra como su principal exponente.