La Fundación Terra desconecta sus placas solares en protesta por la actual legislación

La primera central solar que se conectó a la red eléctrica en España, propiedad de la Fundación Terra de Barcelona, fue desconectada ayer como medida de protesta por la actual legislación española. El Gobierno central otorga la condición de industria a cualquier instalación que produzca energía a través de células fotovoltaicas, aunque ésta se ubique en un bloque de viviendas.

Se trata de una medida simbólica, ya que las placas aportan 2.300 kilovatios / hora al año a la red. Pero con esta iniciativa la fundación quiere denunciar que las leyes, aprobadas por el Gobierno del PP, no fomentaban la implantación de estas centrales. Así, mientras que en España, según los datos que maneja esta fundación, tan sólo existen medio centenar de instalaciones similares a la suya, en Alemania superan las 100.000.

La Fundación Terra, que ha aportado energía a la red desde 1999, se negó a firmar el contrato de conexión al que le obligó el Ministerio de Industria porque consideraba que no realizaba una actividad industrial. Por ello, nunca ha percibido la prima de 44 céntimos de euro por kilovatio/ hora que otorga el Gobierno. La Fundación Terra decidió presentar, en 2000, una denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña contra la actual normativa. Los jueces han estimado parcialmente el recurso.