Dos montañeros mueren al despeñarse en una cumbre de los Alpes suizos
Los escaladores se despeñaron desde una altura cercana a los 500 metros
Dos escaladores experimentados, Hipólito Maeso, de 55 años, y Roberto Vázquez Martín, de 48, miembros del Club Peñalara, murieron en algún momento del lunes al despeñarse desde una altura de 500 metros al descender de la punta Dufour, en los Alpes suizos. Habían salido de madrugada desde su refugio, en la parte italiana de la montaña. Fueron sorprendidos por una tormenta mientras subían. Hicieron cumbre y, al descender, por causas que se ignorarán siempre, se despeñaron. El consulado agiliza los trámites para repatriar los cadáveres.
La alarma la dieron otros tres compañeros que habían decidido subir otra montaña cercana: el Liskhan. Los cinco habían quedado citados el pasado martes en un pueblo italiano. Pero al no encontrar ni a Maeso ni a Vázquez, los otros tres comenzaron a alarmarse.
En teoría, la subida al monte Rosa, después de salvar la punta Dufour, desde el refugio utilizado por los dos escaladores, no lleva más de un día. De ahí que los tres compañeros solicitaran a las autoridades suizas que inspeccionasen la zona.
Debido al temporal, el helicóptero debió de esperar hasta el martes por la tarde. Al sobrevolar la base del monte Rosa vio dos cuerpos tendidos al pie del glaciar Grenzgletscher. Los dos formaban una cordada, esto es, iban atados el uno al otro, con lo que la suerte de ambos estuvo irremisiblemente unida desde el principio.
La subida comenzó de madrugada, con buen tiempo. Pero, en algún momento del lunes, un temporal se cernió sobre el monte. Maeso y Vázquez confiaron en sus fuerzas y en su experiencia. Decidieron seguir hacia arriba.
Por la denominada Arista Rey alcanzaron la punta Dufour, el escollo más difícil de salvar del monte Rosa, de 4.500 metros, compuestos de hielo y roca. "No es excesivamente difícil, y menos para unos escaladores expertos como éstos", comentaba ayer muy dolorido José Luis Hurtado, presidente del Club de montaña Peñalara.
Se sabe que consiguieron llegar a la cumbre porque así lo demuestran las fotos que se hicieron allí, en muy buenas condiciones físicas, según Hurtado, y que después encontraron los miembros de los equipos de rescate.
Así que la desgracia ocurrió bajando. En algún lugar de esta montaña y en algún momento del lunes por la mañana, un golpe de viento les empujó hasta el fondo, o un tropezón de uno de los dos condenó a ambos a una caída mortal de 500 metros, aproximadamente. "Eso no se sabe: un tropezón, una caída...", comentaba Hurtado.
Un policía del departamento de Zermatt, al que pertenece la cara suiza de la montaña, manifestó que la muerte de Maeso y Vázquez "había sido un lamentable accidente, producto de un resbalón por el hielo, probablemente".
Maeso era abogado, estaba casado y tenía tres hijas; Vázquez era ingeniero, también estaba casado y tenía dos hijas y un hijo. Ninguno de los dos era un novato en la montaña.
"Excelentes personas"
"Eran excelentes escaladores. Y excelentes personas", recordó ayer Hurtado. Maeso, el verano pasado, había dedicado 34 días de sus vacaciones a recorrer en solitario los Pirineos, ascendiendo a todas las montañas superiores a 3.000 metros: más de 212 cumbres. Además, había escalado las seis caras norte clásicas de Los Alpes: Cervino, Eiger, Cima Grande, Piz Badile, Dru y Grandes Jorasses). Por su parte, Vázquez, también participó en "infinidad de escaladas", según Hurtado. Entre ellas se contaba la ascensión al G-2, de 8.000 metros, en e Himalaya.
Ayer, el consulado español en Ginebra se ocupaba de los trámites necesarios para la repatriación de los cadáveres. Un familiar volaba ya para la zona a fin de identificar los cuerpos.
Hurtado, amigo personal de los dos alpinistas, concluía: "Lo que es triste es que estos dos escaladores, que no han figurado nunca en ningún sitio debido a que los medios de comunicación no les han hecho nunca caso, ahora vayan a figurar sólo en el momento de su muerte".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.