Madrazo logra la reelección como líder de EB con un 62% de apoyos

El consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, fue reelegido ayer coordinador general de Ezker Batua-Berdeak (EB-B), nueva denominación de la federación soberana de Izquierda Unida en el País Vasco, con el 62,8% de los votos de los miembros del Consejo Político entrante. Madrazo, que está al frente de la formación de izquierdas desde 1995, no tuvo que luchar en esta ocasión contra otros candidatos al cargo, aunque sí contra dos listas al máximo órgano entre congresos, el Consejo Político. En esa batalla también ganó, con un 58,69% de los votos de los compromisarios, frente al 25,27% de los críticos que se articulan en torno al Partido Comunista, y al 16,09% de la lista alternativa de los jóvenes, que se abstuvo en la votación de Javier Madrazo como coordinador general.

Con esos resultados, Madrazo, profesor de Filosofía en excedencia del Instituto de Bachillerato Zurbaranbarri de Bilbao, ha reducido en siete puntos la contestación interna -en el anterior congreso ganó con el 55,75%- y consolida su liderazgo al frente de EB-B.

La ponencia política y la de estatutos, que, entre otros aspectos, incluyen una nueva relación con IU Federal, el cambio de nombre, de IU-EB a Ezker Batua Berdeak, y la obligación de celebrar un referéndum con carácter previo a la decisión de entrar en el Gobierno vasco, fueron aprobadas con unos porcentajes similares. "Salimos fortalecidos de este congreso, con la aspiración de convertirnos en el referente de la izquierda", dijo Madrazo.En su discurso de cierre del congreso, Madrazo insistió en que aspiraba también a convertirse en el secretario general de todos para, "juntos de la mano, luchar por la justicia social, por la solidaridad y por intentar superar el sistema capitalista". El nuevo Consejo Político elegirá en septiembre a los miembros de la presidencia (la ejecutiva).

Madrazo (Riaño -Cantabria- 1960), avanza hacia su décimo año al frente de la organización sin que su liderazgo se ve a menazado. Su decisión de reforzar al PNV y EA en el Gobierno vasco recibió en 2001 una fuerte contestación interna, pero el poder conseguido en la Administración vasca y los buenos resultados electorales logrados en comparación con IU han afianzado su control sobre la federación vasca.

Sin embargo, el sector crítico, articulado en torno al PCE-EPK, considera que el congreso sólo ha servido para profundizar en la división interna. Amaia Martínez, que encabezó la lista crítica al Consejo Político, subrayó que, si bien Madrazo ha ganado apoyos respecto al congreso de 1999 -contó con mucha oposición debido a su cuestionada decisión de suscribir el Pacto de Lizarra-, en esta ocasión ha habido otra nueva lista alternativa. También censuró que el reelegido coordinador general no haya hecho ningún esfuerzo para lograr una candidatura unitaria. Pero sus principales protestas se dirigieron a los acuerdos centrales del congreso, que en su opinión están vinculados a la deriva de EB hacia el nacionalismo.

"Situación insostenible"

Sobre la decisión de dotar de soberanía plena a la federación respecto de IU, Martínez dijo que "nosotros no somos partidarios de hacer una escisión con Izquierda Unida Federal". En su opinión, esta cambio de estatus sólo consigue desvirtuar el proyecto global y "llevar a IU hacia una situación insostenible". Amaia Martínez recordó que tanto la firma del Pacto de Lizarra como la entrada en el Gobierno han generado una deriva hacia el nacionalismo que está provocando efectos muy malos para la organización. "EB ha hecho una dejación de fondo por no intentar unir esfuerzos en la sociedad y dentro de las fuerzas políticas, con el objetivo puesto en servir de punto de encuentro y conseguir adeptos en sus sectores progresistas y de izquierda". En su opinión, el único buen acuerdo ha sido el que obliga a realizar un referéndum entre la afiliación para decidir en el futuro si EB entra en el Gobierno vasco, "aunque debía de haber llegado antes".

Los jóvenes del partido, articulados como una corriente "alternativa" al sector oficial - "no de oposición", precisaron-, creen que EB tiene que hacer un gran esfuerzo por lograr alianzas con los movimientos sociales. Según fuentes de ese grupo, que consiguió colocar a 13 miembros en el Consejo Político, EB tiene que dar un fuerte giro hacia la izquierda desde su proyecto político.