Expira el plazo para convocar elecciones afganas en septiembre
Miembros del Gobierno afgano y representantes de diferentes facciones discutían ayer un retraso de las primeras elecciones democráticas en el país, convocadas para septiembre. El presidente Hamid Karzai ha reiterado que desea que la fecha de los comicios, previstos por los acuerdos de Bonn y que ya fueron retrasados tres meses, se mantenga; pero, según la ley afgana, deben ser anunciados con 90 días de antelación y, salvo cambios legales, ya no podrían ser convocados en septiembre.
"Esperamos que la fecha definitiva sea anunciada la semana que viene", señaló Faruq Wardar, un alto funcionario de la Comisión Electoral. "El Gobierno puede cambiar la ley. Las consultas siguen adelante", agregó.
Sin embargo, numerosos indicios indican que, en medio de una violencia creciente por parte de bandas de talibanes, que está dificultando enormemente la elaboración del censo, el retraso electoral es una posibilidad cada vez más cercana. The New York Times publicó el pasado jueves, citando fuentes oficiales anónimas en Kabul, que se estaba estudiando un retraso hasta mediados de octubre, justo antes del principio del Ramadán y, sobre todo, del invierno, que deja grandes partes del país completamente aisladas.
Manoel de Almeida e Silva, portavoz de Naciones Unidas en Afganistán, señaló que este retraso no debe ser visto "como un gran drama". Incluso muchos representantes de diferentes partidos creen que las elecciones deberían ser retrasadas un año, hasta la primavera de 2005, hasta que se complete un proceso de desarme de las milicias, que todavía no ha empezado, aunque su arranque estaba previsto para junio, y la elaboración del censo, así como la llegada de los refuerzos previstos de las tropas de paz internacionales de la ISAF.
Pero este retraso provocaría un problema político enorme: el mandato de la administración provisional dirigida por Karzai, que fue elegido durante la Conferencia de Bonn justo después de la caída de los talibanes, expira en diciembre.
Investigación de torturas
Mientras, el Ejército estadounidense, que tiene desplegados unos 12.000 soldados en Afganistán, anunció ayer el inicio de otra investigación por denuncias de torturas, la tercera que se hace pública tras el escándalo de los malos tratos en la prisión iraquí de Abu Ghraib.
"Esta semana, la Coalición ha conocido un nueva acusación de malos tratos a prisioneros en una zona de su competencia", dijo el portavoz militar Jon Siepman. "La oficina de investigaciones criminales de la Marina examina esta acusación", agregó.
El Ejército de EE UU también anunció ayer la muerte en combate de diez talibanes en el sur del país, así como la captura de otros diez extremistas, en una semana en la que los seguidores del mulá Omar han realizado ataques con bomba y secuestros para boicotear los comicios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.