El Ayuntamiento se plantea derribar el teatro Arnau para dar un nuevo uso al solar

El edificio del teatro Arnau, construido en 1903, puede tener los días contados. El Ayuntamiento de Barcelona está buscando una salida para el teatro del Paralelo, cerrado desde hace cuatro años. El solar está catalogado para que se ejerzan en él actividades de espectáculos, pero éstas no atraen a los inversores, afirman fuentes del distrito de Ciutat Vella y de la propiedad. Por eso, el Ayuntamiento sopesa derribar el edificio para propiciar un cambio de uso del suelo y atraer a inversores al lugar, indican fuentes del Consistorio.

Las fuentes consultadas señalan que las alternativas posibles para el teatro no son muchas: "Dejar que siga el deterioro del edificio, algo que no deseamos; expropiarlo, que pensamos que no tiene demasiado sentido, o derribar el inmueble para dar valor al terreno y cambiar el uso urbanístico del solar con la finalidad de permitir otros usos. El problema es que la actual estructura de madera del edificio no permite construir nada encima", señalan fuentes del distrito de Ciutat Vella, que dirige el concejal Carles Martí.

La actual propietaria es María del Carmen Ramos, que hace tiempo que ha puesto a la venta el teatro, pero sin éxito, afirman fuentes cercanas a la propiedad. Tanto el Ayuntamiento como los propietarios dicen que se han interesado por el local algunos inversores, pero que éstos desisten cuando se enteran de que el actual uso del suelo sólo permite dedicarlo a espectáculo. Y mientras llega una salida al viejo teatro, el edificio se deteriora.

Trampolín de Raquel Meller

Desde el Ayuntamiento de Barcelona se señala que se quiere actuar con prudencia y de acuerdo con la propiedad, manifiestan las fuentes consultadas.El municipio quiere que sea la propiedad quien mueva ficha.

El Arnau es uno de los teatros más antiguos de Barcelona. Abrió sus puertas en 1903 y se hizo famoso gracias al empuje de su estrella, Raquel Meller, la cantante de éxitos como El relicario y La violetera que tiene dedicada una estatua frente al teatro. El nombre del teatro proviene de su primer propietario, el comerciante corsetero Jaime Arnau, que tenía una tienda cercana, según narra Miquel Badenas en su libro El Paral.lel.