Los socialistas andaluces toman posiciones con vistas al próximo congreso regional

La tranquilidad con la que los socialistas andaluces asisten al 36º Congreso Federal se ha visto perturbado por los movimientos de algunas agrupaciones, principalmente la de Sevilla, para tomar posiciones con vistas al 10º Congreso Regional que se celebrará dentro de diez días en Granada. Al cierre de esta edición, la federación andaluza pugnaba por obtener seis representantes en la dirección federal, en la que tan sólo se daba por segura los nombres de Manuel Chaves, Alfonso Perales y Consuelo Rumí. La delegación sevillana tenía asegurado un puesto, aunque se revolvió contra el perfil que le facilitó la dirección regional, por considerarlo una "imposición".

La presión que ejerció en las dos primeras jornadas del congreso gran parte de la delegación de Sevilla provocó un hondo malestar en el resto de las agrupaciones andaluzas, cuyos dirigentes interpretaron estas maniobras no sólo para lograr una representación en la ejecutiva federal sino también como un "aviso" a la ejecutiva regional con vistas al congreso de Granada para que el poder orgánico y el peso electoral de Sevilla se vea reconocido.

"Hay una cierta sensación en Sevilla de que no estamos en los círculos de decisión", afirmó un dirigente de la ejecutiva sevillana, quien aludió expresamente con esta queja a las direcciones federal y regional salientes como al actual Gobierno andaluz, donde hay dos consejeras sevillanas pero con las que la dirección provincial "no se siente representada".

Esta sensación ha ido a más desde que en el pasado congreso regional Manuel Chaves decidió, con una fórmula diplomáticamente intachable -eliminando la secretaría de Política Institucional-, prescindir de José Caballos como miembro electo de la ejecutiva, con el fin de conectar con el "cambio tranquilo" propiciado por el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Caballos, que es portavoz del grupo socialista desde 1994, no ostenta ningún cargo ejecutivo en el PSOE sevillano pero es su líder y principal referente.

Desde la salida de Caballos los descontentos de la agrupación sevillana -no compartida por todos, pero tampoco rebatidos internamente- han ido a más. "Queremos estar en las reuniones de los lunes", aseguró un destacado dirigente provincial, en referencia a las convocatorias de coordinación Gobierno-partido que se celebran ese día en el palacio de San Telmo y a la que Caballos asiste "sólo cuando se abordan asuntos parlamentarios", según esta misma persona.

Aunque la delegación de Sevilla negó que hubiera defendido a Caballos para estar en la ejecutiva federal, fuentes de la dirección andaluza confirmaron que ése era el nombre que habían barajado los sevillanos. La dirección regional -el interlocutor en estas conversaciones ha sido el secretario de Organización, Luis Pizarro- les pidió que aportaran otro nombre con una perfil muy preciso para ocupar una secretaría de área: mujer, joven y a ser posible con acta de diputada o senadora. La delegación de Sevilla consideraba esta recomendación como "una imposición".

Vocales de Granada y Jaén

Los otros andaluces que aspiraban a estar en la ejecutiva federal como vocales pertenecían a la agrupación de Granada y a la de Jaén. Los granadinos cerraron filas desde el primer momento en torno al ex presidente del Parlamento Javier Torres Vela, cuya presencia recibió el apoyo expreso de otras agrupaciones, como las de Córdoba, Málaga, Almería y Cádiz. Jaén también confiaba, al cierre de esta edición, situar a una mujer en la ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero.

La presencia de Manuel Chaves al frente de la presidencia federal; de Alfonso Perales en la secretaría de Política Institucional y Autonómica; y de Consuelo Rumí en una vocalía ya se consideraban seguras antes de comenzar el 36º Congreso Federal.