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Reportaje:Eurocopa 2004 | El equipo naranja escapa a su maldición

La liberación de Holanda

Van Nistelrooy confiesa que en las tandas de penaltis el trayecto entre la divisoria central y el punto de lanzamiento se hace eterno

Ramon Besa

Holanda se alivió cuando acabó la prórroga, sobre todo porque Suecia había rematado dos veces a los palos, para espantarse acto seguido cuando se vio de nuevo frente a la rueda de los penaltis. "El trayecto entre la línea divisoria y el punto de penalti es el más largo que conozco", recuerda Van Nistelrooy; "parece corto y, sin embargo, en tales circunstancias se hace eterno".

El delantero centro del Manchester United fue uno de los ocho jugadores que levantó la mano cuando el seleccionador, Dick Advocaat, preguntó quién se atrevía a lanzar desde los 11 metros. Al ver que había tantos valientes, Reiziger, el lateral que esta temporada ha dejado el Barcelona, decidió bajar el brazo, pero de nada le sirvió porque el técnico ya le había tomado la matrícula: "Usted tirará el segundo, después de que lo haga Van Nistelrooy".

Frank de Boer: "No sirve de nada ensayar estos disparos. Lo hemos comprobado"
Advocaat preguntó quién iba a lanzar desde los 11 metros y ocho manos se levantaron

A Cocu tampoco le apetecía ponerse frente al portero rival después de haber estado medio partido al lado del suyo. Pero al capitán no le está permitido esconderse en situaciones extremas como la que se planteaba. El ex centrocampista del Barcelona, que, a sus 33 años, regresará a su club de origen, el PSV Eindhoven, ya había errado, junto a Ronald de Boer, en la tanda de la semifinal del Mundial de Francia 1998, contra Brasil, que había concluido con empate a un gol. Fue una de las cuatro series en las que Holanda quedó eliminada de los últimos grandes torneos. También se equivocó Seedorf en la Eurocopa de Inglaterra 1996, tras concluir con empate a cero el encuentro con Francia, y Frank de Boer, Stam y Bosvelt en la de Bélgica y Holanda 2000 después de otra igualada a cero, esta vez ante Italia, y en un partido en cuyo curso De Boer y Kluivert también desperdiciaron sendas penas máximas. Por no recordar el fallo de un consumado goleador como Van Basten en 1992 después de haber concluido con empate a dos el choque con Dinamarca.

Después de la igualada a cero tras los 90 minutos de partido y los 30 de prórroga ante Suecia, Frank de Boer no estaba en la rueda del Algarve porque se lesionó a la media hora de partido. "Pero, como toda Holanda, estaba rezando para que no volviéramos a perder, ya que en tres de los cinco campeonatos que llevo jugados hemos salido eliminado desde el punto de penalti", apunta el capitán holandés. Y el defensa, de 34 años, añade: "Muchos de nosotros cargábamos con ese trauma y necesitábamos liberarnos del miedo que nos atenazaba permanentemente". ¿Miedo incluso a ensayar en los entrenamientos? Holanda no practicó siquiera los lanzamientos de penalti porque "no sirve de nada", como coinciden sus jugadores, o para no aumentar el temor a fallar.

No hay mejor receta para espantar los males seguramente que acertar con el primer disparo y a la línea de castigo se fue decidido Van Nistelrooy. No sólo no perdonó, sino que celebró la transformación como si de un gol de jugada se tratara. Apretó el puño, animó a la hinchada y marcó el camino a Heitinga, Reiziger y Cocu, que volvió a disparar mal y compensó el error de Ibrahimovic, el delantero sueco del Ajax. Las dudas aparecieron de nuevo en Holanda y se mantuvieron hasta que Makaay empató el lanzamiento de Wilhelmsson y Mellberg inició la segunda tanda con un error.

Para suerte de Holanda, apareció entonces Robben, que, a sus 20 años, había sufrido más el martirio de los penaltis como aficionado que como futbolista y acabó con la psicósis de la vieja generación. "Jóvenes y veteranos nos sentimos muy orgullosos de haber alcanzado las semifinales después de superar un síndrome tan preocupante", argumenta Van Nistelrooy; "la descarga emocional después de la tanda resultó brutal. Me imagino que en Holanda pasó lo mismo. Estoy convencido de que cuando se llegó a la serie los aficionados se dijeron: 'Por favor, otra vez no'. Al final, incluso se sentirían más dichosos que en otras ocasiones".

Máximo goleador hasta ayer de la Eurocopa y elegido por dos veces consecutivas como el mejor jugador del partido, el delantero centro holandés espera repetir "en otras dos ocasiones, porque sería la mejor señal para el equipo". "Empezamos mal el torneo", prosigue, "pero nos hemos ido creciendo. Nos ha ocurrido lo mismo que a Portugal. De ahí que nuestro enfrentamiento en las semifinales sea tan interesante. Los dos tenemos mucha confianza en nuestras posibilidades".

Van Basten, que todavía ostenta un récord al haber marcado cinco goles en la Eurocopa de 1988, que tuvo que retirarse prematuramente a causa de una lesión en un tobillo y que ahora inicia una nueva etapa como entrenador, apunta, en cualquier caso, a Portugal como favorita: "Tiene a Deco, Figo, Cristiano Ronaldo y Rui Costa, cuyo gol contra Inglaterra fue excelente. Son futbolistas capaces de marcar sin necesidad de crear una jugada. Hacen goles desde la nada. Y Portugal es un equipo muy profundo. La afición, por lo demás, está entregada al equipo". Y concluye: "Veremos si somos capaces de mantener nuestro estilo. Motiva jugar una semifinal contra Portugal, en Lisboa, y necesitamos además resarcirnos de lo que nos ocurrió en el torneo de 2000. Para mí, al menos, el partido del próximo miércoles es el reto más importante de mi carrera hasta el momento".

¿Holanda continuará sin ensayar los penaltis?, le pregunta un periodista portugués a Frank de Boer, dudoso para el partido contra los anfitriones por un duro golpe en un pie. "No hay ningún libro que enseñe a tirarlos. No sirve de nada preparar los penaltis en los entrenamientos. Lo hemos comprobado. Ganamos sin practicarlos. ¿Por qué vamos a cambiar?".

Van der Saar, el portero de Holanda, celebra el triunfo sobre Suecia con su hijo, Joe, en los brazos.
Van der Saar, el portero de Holanda, celebra el triunfo sobre Suecia con su hijo, Joe, en los brazos.REUTERS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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