"Soy poco amigo de las salsas"
Pregunta. ¿Aquí hay tomate?
Respuesta. Sí.
P. ¿Tomatito menos Camarón igual a...?
R. Pena.
P. ¿La guitarra flamenca es suya?
R. Es patrimonio del flamenco.
P. ¿Y Paco de Lucía?
R. El Dios de la guitarra.
P. "Un flamenco tiene que tocar flamenco". Y luego mezcla jazz, gospel y lo que le echen.
R. Pero, hagas lo que hagas, tiene que sonar flamenco.
P. Y a usted le sale así.
R. Yo creo que sí, porque ya la pulsación y la forma de quejarte, cualquier cosa que hagas te sale flamenca.
P. ¿Cuál es su cantaor favorito?
R. Camarón.
P. ¿Cómo ve el matrimonio Bebo-Cigala?
R. Un binomio original.
P. ¿Y usted, viudo de Camarón, volvería a casarse?
R. No. Rotundamente no.
P. ¿Él le habla?
R. Yo creo que sí. Siempre está presente, y me dice: "Sigue p'alante". Y yo le digo: "José, cada día cantas mejor".
P. ¿Usted iba a esos garitos de Almería donde se servía la coca en bandeja de plata?
R. No. A mí me ha pillado, afortunadamente, otra época. Y, además, Camarón siempre me ha cuidado en ese aspecto. Yo empecé muy jovencillo con él.
P. Ha compartido escenario con Frank Sinatra y Elton John ¿Es uno de ellos?
R. No, no. Me he visto impresionado por ellos. Sinatra era un personaje, y yo hacía mi parte y luego me quedaba colgao viéndole.
P. ¿Los flamencos están un poco grillados?
R. Todos los músicos están tocados. Como sólo estamos pendientes de la música, parece que estamos aislados. Y la gente dice: no sale, no viene a tomar una copa. Y te encuentran anormal.
P. ¿Tomatito está maduro?
R. Hombre, por edad, sí.
P. ¿Y Tomatito en disco no es como tomate en bote?
R. No, si en el disco hay algo que está improvisado, y que dices: no voy a cambiarlo, porque no me va a salir más.
P. ¿Lo suyo es talento, intuición, genética?
R. Creo que un poco de genética, porque si en casa, de chico, tu cultura musical es el flamenco, te habitúas a escuchar el flamenco. Y luego, intuición, vocación, afición.
P. Un espectador le vio en Chicago y dijo: "Es que es Dios". ¿Le gusta el cargo?
R. No. No me cuadra, porque yo me considero un luchador de la música, y pienso que tengo que hincar los codos.
P. ¿Su salsa favorita es la de tomate?
R. Yo soy poco amigo de las salsas. No me gustan los potingues.
P. ¿Dieciocho años con Camarón son un seguro de vida artístico?
R. No creo, porque yo tengo que defender y comunicar lo que me dejó él a mí.
P. Y todo esto, sin saber ni lo que es un pentagrama.
R. Yo creo que el flamenco es así. Te pones junto a otros músicos y tienes que tener los oídos abiertos y la retentiva en la mente. Yo le llamo a eso supervivencia.
P. "Soy un inculto". ¿Qué es ser culto?
R. Saber. Cultivar la mente yo creo que es leer e interesarse por las cosas, algo que no hemos hecho nosotros, algunos músicos. Si un chaval estudia una carrera y luego sale abogado, pues ese muchacho pienso yo que es culto.
P. Para tocar bien, se concentra en la cena de después. Muy espiritual.
R. Yo me digo: Si tengo hambre antes de tocar, estoy bien, porque es señal de que el estómago está tranquilo.
P. ¿Qué necesita para funcionar?
R. Estar anímicamente bien. P. ¿Cuál de sus seis hijos heredará la salsa de tomate?
R. Yo creo que mi Mari Ángeles, que tiene 16 años. Canta muy bonito. Y si lo toma en serio...
P. ¿Cómo ve el mundo?
R. Hombre, está un poco loco, sobre todo políticamente. Por ejemplo, Bush no me gusta.
P. ¿Qué le sorprende?
R. Todo. El otro día me sorprendió cómo sonaba yo con la Orquesta Sinfónica de Barcelona.
P. ¿Es buena persona?
R. A medias [risas].
PERFIL
Con 45 años y seis hijos, vive casi exclusivamente para la guitarra, y se divierte estando feliz y sin problemas. Dice disfrutar mucho de sus hijos pequeños, porque las mayores le pillaron con 17 o 18 años, "y entonces tú eres otro niño". Jura que uno de sus grandes valores es la puntualidad, aunque llegó casi media hora tarde a la entrevista
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.