Ray Charles, 'el genio de Georgia'
No es habitual encontrar en el mundo de la música nombres de artistas que consigan moverse con una cierta soltura en diferentes estilos. Mucho menos alcanzar notoriedad en todos ellos y llegar a ser respetado por grupos de músicos, críticos o público aparentemente alejados, cuando no francamente irreconciliables. Pocos lo han conseguido, muy pocos; posiblemente el único haya sido Ray Charles.
Considerado como uno de los ejes sobre los que se ha movido todo el rhythm and blues y, por extensión, toda la música negra de los últimos cincuenta años, Ray Charles fue también el padre de la música soul, lo que equivale a decir de todo el movimiento de recuperación de personalidad del pueblo afro-americano. Apreciado por intérpretes del blues más ortodoxo, se movió con idéntica tranquilidad en el campo del jazz, del rock, de la música pop y hasta del country and western. Por alguna razón sus colegan le apodaban Genius.
Ray Charles falleció en su casa de Beverly Hills en la tarde de ayer (las 11.35, hora de Los Angeles), a consecuencia de una enfermedad hepática que no le había impedido festejar hace sólo unas semanas su concierto número 10.000 en el célebre Teatro Griego de Los Ángeles.
Ray Charles Robinson había nacido en septiembre de 1930 en Albany, en el Estado norteamericano de Georgia, y con toda seguridad hubiera entrado por la puerta grande de la historia de la música con sólo haber escrito y cantado What'd I say en 1959, disco mítico que abrió muchas puertas y acercó una buena parte del público blanco a la música negra de aquel momento.
Pero por suerte Ray Charles hizo muchas más cosas en su vida, y la más importante fue demostrar que las fronteras en la música son pura invención y que se puede ser igualmente creativo con un tema de cowboys del viejo Oeste como utilizando las consignas de la más militante blaxploitation.
Un glaucoma se llevó la vista de Ray Charles cuando apenas contaba seis años. Estudió piano y saxo en una escuela para ciegos de Florida, convirtiéndose con el paso del tiempo en un mago de las mesas de mezclas de los estudios de grabación, hasta tal punto que algunos de sus colaboradores llegaron a dudar de que su ceguera fuera total.
En 1949 fundó su propio trío y consiguió el importante récord de ser el primer grupo negro con un programa fijo en televisión que tenía anuncios publicitarios. Con este trío Charles se movía entre el jazz y el blues pero pronto dejó salir toda la fuerza que llevaba dentro, y durante la década de 1950 compuso y grabó algunas de las canciones esenciales del despertar del rhythm and blues, cuando aún no existía la música soul. Además de la mencionada What'd I say es necesario recordar otros temas mil veces versionados por todo tipo de artistas, como Hallelujah I love her so o I got a woman.
"El blues y el rhythm and blues son una manera de vivir más que un estilo musical", había afirmado. Sobre esa afirmación y, sobre todo, sobre sus bases musicales se edificó en los años sesenta la explosión volcánica de la música soul. Mientras era considerado como el padre de ese movimiento, Ray Charles volvía a romper moldes dejando grabados para el futuro algunos disco de country con una visión tremendamente rítmica, que fueron inmediatamente aceptados hasta por los más recalcitrantes defensores de la ortodoxia vaquera.
Trascendiendo en todos esos campos consiguió que su versión de Georgia on my mind, de Hoagy Carmichael, se convirtiera en un apabullante número uno y llevara a su Estado natal no sólo a nombrarle hijo predilecto, sino también a convertir la canción en himno oficioso (y mucho más popular que el oficial). Realmente, el apelativo Genius le quedaba como un guante.
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