París es argentino

Argentina vivirá mañana su gran día. Dos de sus tenistas disputarán la final de un torneo del Grand Slam por primera vez. El hecho se produjo en Roland Garros, la catedral de la tierra batida. Sin embargo, no será el duelo esperado. Gastón Gaudio, que ha debido financiar su carrera, lo rompió. Ganó de forma inesperada a David Nalbandián por 6-3, 7-6 (7-5) y 6-0 y se enfrentará a Guillermo Coria, vencedor del británico Tim Henman por 3-6, 6-4, 6-0 y 7-5. En dos horas y 25 minutos dio un revolcón a una jerarquía histórica que él mismo reconoció antes de jugar. "Ellos dos", dijo, "son el Madrid, los galácticos. Yo soy el Valencia".

No era una situación deseada por Gaudio, que hace dos años ganó el Trofeo Godó, el título más importante de su palmarés, y que este año volvió a jugar la final de Barcelona. Su nombre había sido casi dilapidado tras perder sus dos partidos de las semifinales de la Copa Davis contra España en 2003 ofreciendo un rendimiento pésimo. "No puede jugar esta competición", indicó sin reparos Enrique Morea, el presidente de la Asociación Argentina. Y le dejó ahí, plantado y con todos sus fantamas dentro de la cabeza.

Pero no era la primera vez. Tampoco en su etapa de formación Gaudio recibió ayudas por parte de su federación nacional. Él no pudo formar parte del programa de desarrollo en el que participaron Coria y Nalbandián. Tal vez por eso, ellos explotaron antes, disputaron en 1999 la final júnior de París y se convirtieron en la locomotora de la nueva generación del tenis argentino. La ganó Coria, que le tenía ganas a Nalbandián porque le acababa de superar en un torneo local y había confesado el día antes del partido a un colega: "Le gano, seguro". Después, fueron ellos quienes más lejos llegaron en la lista mundial -Coria es el tercero y Nalbandián el octavo- y en las grandes citas: Coria llegó a las semifinales de la capital francesa en 2003 y Nalbandián disputó la final de Wimbledon en 2002.

"Hay tantas cosas y tan fuertes que la gente no conoce que...", confesó Gaudio, de 25 años, que se quedó llorando sentado en su silla y apoyando la cabeza entre sus manos; "muchas cosas que salen a la superficie y que guardaba desde niño, muchos sacrificios, trabajo y un sueño de infancia que veo cumplido: siempre me veía jugando la final de París y ahora estoy aquí".

Sin embargo, su sueño puede romperse de golpe cuando se enfrente a Coria. El Mago, como es conocido en Argentina, lleva un récord impresionante ante sus compatriotas: les ha ganado sus últimos 19 partidos. Contra Gaudio perdió una vez en 2001, pero le ha vencido en sus dos últimos enfrentamientos, ambos el año pasado. "Será un partido muy largo, pero espero no desaprovechar esta gran oportunidad", comentó el número uno argentino.

Coria, de 22 años, pasó ayer un momento de mucha dificultad cuando Henman le ganó la primera manga y le dominaba por 4-2 en la segunda. Henman sacó para ganar el set con 4-3. Pero perdió 12 juegos consecutivos y no despertó hasta que estaba ya dominado por dos a uno y 5-3 en el cuarto. "Jugué demasiado corto en el primero", dijo Coria; "para mí, habría sido una gran decepción no llegar a esta final. Me siento muy fuerte con mi tenis y mentalmente".