"Asumo la magnífica herencia que ha dejado Teresa Vico"
Cristina Santolaria, nacida en Huesca y adoptada por "el siempre receptivo Madrid", aterriza hoy en la dirección del teatro Albéniz, uno de los coliseos más prestigiosos de la ciudad, gestionado por la Comunidad de Madrid. Licenciada en Lengua y Literatura Española y doctora en Filología, Santolaria tiene amplia experiencia docente y un nutrido número de publicaciones y hasta el pasado viernes ocupó la subdirección del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM).
Muy curranta y meticulosa, según quienes la conocen de cerca, Santolaria es amiga de la palabra y del dato, pero sobre todo, dice, del teatro. Como todos los implicados en la cultura madrileña, lloró el pasado diciembre la pérdida de Teresa Vico, la anterior directora del Albéniz, una vitalista gestora perteneciente a una dinastía de actores.
Pregunta. ¿Es difícil sustituir a una persona tan querida?
Respuesta. Recibo encantada su herencia. Soy espectadora muy asidua del Albéniz y he disfrutado de la magnífica programación que Teresa ha desarrollado a lo largo de todos estos años, ¡nada menos que 18! Dejó una impronta considerable y la adoraba la profesión. Yo tengo que hacer mucho para ganarme un cariño así.
P. ¿Qué distingue al Albéniz de otros escenarios?
R. Conjuga el teatro, la mitad de la programación, con la danza y los recitales de música. Tiene una oferta muy rica. Éste es uno de sus grandes atractivos, porque hace que acudan personas de gustos muy diferentes. Esa programación tan variada no la tienen otros teatros públicos. Además, cuenta con prestigiosos festivales de la Comunidad, como el de Otoño y Madrid en Danza.
El Albéniz es uno de los teatros públicos donde más funciones se hacen al año: entre 240 y 250. Y en cuanto a número de espectadores en Madrid es el que ocupa una de las mejores posiciones, entre el quinto y el sexto lugar, después de espacios grandes y de obras mayoritarias, como el Lope de Vega, el Coliseum, el Real, el Calderón o el Alcázar.
P. ¿Cómo debe ser un teatro público?
R. Cada teatro tiene su propia personalidad. Los teatros nacionales tienen su sede aquí, pero están haciendo continuamente giras. Éste es el teatro oficial de la Comunidad y una de sus funciones es exhibir espectáculos que se producen en Madrid. Pero esta ciudad es un lugar abierto, que acoge a todos, y eso se tiene que ver en la programación de un espacio escénico de la categoría del Albéniz. Un 6% o 7% de las producciones extranjeras pasa por Madrid y gran parte llega precisamente a través del Albéniz. Ése es un valor que hay que mantener e incluso incrementar.
P. ¿Tiene en cartera ideas para seducir más a los espectadores madrileños? ¿Ofertas, horarios y funciones especiales ?
R. Quiero estudiarlo bien. No quiero precipitarme.
P. ¿Cuándo se notará el sello Santolaria?
R. Creo que a finales de este año. Teresa Vico ha dejado unas pautas muy buenas, que ahora voy a seguir. Ya veremos en un futuro las modificaciones que introducimos. Tengo bastante tiempo para aterrizar y pensar bien el proyecto. Siempre cuando he llegado a un sitio nuevo me ha gustado primero observar bien la situación y, sobre todo, trabajar en equipo.
P. ¿Hace falta pertenecer a la profesión o basta con una sensibilidad especial?
R. Es fundamental conocer el sector en el que te mueves, pero también es necesaria una sensibilidad especial. Yo vengo de la docencia, pero mi permanencia en el Ministerio de Cultura me ha enseñado muchas cosas del mundo teatral y me ha hecho estrechar lazos con bastante gente. Mi vinculación no ha sido una relación ajena desde la Administración, encerrada en un despacho. He estado al pie del terreno.
P. ¿Habrá programación de riesgo?
R. El Albéniz está abierto a la experimentación, sobre todo en temas de danza. Con respecto al teatro, creo que ha estado más abierto a compañías consolidadas con obras más clásicas.
P. ¿Sería factible una cía estable?
R. En principio no se ha hablado nada de eso. Yo soy partidaria de un sistema de fórmula mixta, como el del Teatro Nacional de Cataluña: mantiene una compañía residente y luego realiza coproducciones. Pero el Albéniz no puede albergar todavía una compañía estable porque no hay sala de ensayos. Tiene el tipo de actividad que puede contener. Pero ya veremos en un futuro.
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