La 'gota fría' daña a La Ribera pero beneficia a La Vega Baja

Un nuevo episodio del fenómeno meteorológico conocido como gota fría azotó durante la madrugada del jueves a la Comunidad Valenciana. La tormenta alcanzó su mayor intensidad en el sur de Alicante. Los efectos del temporal de agua y viento han tenido consecuencias dispares. Mientras el sur de Alicante resultó beneficiado, la comarca valenciana de la Ribera Baja se vio especialmente perjudicada. La Unió de Llauradors cifró en 200.000 euros las pérdidas ocasionadas en esta zona, por los daños en las hortalizas, tanto al aire libre como en invernadero.

En la provincia de Valencia, las lluvias torrenciales descargaron 190 litros por metro cuadrado en algunas zonas de la montaña de La Safor, y también en la ciudad de Gandia. Este municipio acumuló, desde última hora de la noche del jueves hasta el mediodía de ayer, hasta 190 litros por metro cuadrado. Oliva, por su parte, registró 82 litros por metro cuadrado; 135 se recogieron en la Font d'En Carrós y 70 en Tavernes de la Valldigna.

La gran acumulación de agua obligó a aliviar la presa de Beniarrés. La Confederación Hidrográfica del Júcar informó a los ayuntamientos de La Safor por los que discurre el río Serpis de la descarga controlada.

Agua contra la sequía

Jorge Olcina, responsable del laboratorio meteorológico de la Universidad de Alicante

, señaló ayer que la gota fría, formada en el golfo de Cádiz, se instaló sobre el bajo Segura y provocó abundantes e intensas precipitaciones durante toda la noche. El inusual episodio de lluvia, en una comarca castigada por la sequía, favoreció el registro de unos marcadores de pluviometría insólitos. Rojales recogió 143 litros por metro cuadrado; Torrevieja, 139 y Orihuela (100). Pese al formidable temporal, las precipitaciones resultaron ser "altamente beneficiosas" para el campo de la Vega Baja, toda vez que la lluvia fue intensa pero cayó de forma "controlada", según los agricultores. "En la vida he conocido esto", comentaba el delegado de la Unió de Llauradors en Alicante, José Castro. Las precipitaciones permiten ahorrar algún riego, la regeneración de los acuíferos, y la limpieza de los árboles.

Los reiterados episodios de lluvias en las últimas semanas han propiciado, además, una recogida de agua en los embalses de la cuenca del Segura, en la primera quincena de abril, de 28,12 hectómetros cúbicos más que en todo el mes de abril del año anterior, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Según sus estimaciones, prevén recoger 10 hectómetros cúbicos a lo largo de esta semana.