La sala Ensayo 100 cierra después de tres lustros de actividad

La sala Ensayo 100 lleva semanas desaparecida de las carteleras de los periódicos. El pasado 29 de febrero, este espacio dedicado al teatro alternativo echó el cierre, de momento, de forma definitiva. El local, sito en la calle de Raimundo Lulio (Chamberí), apagó las luces y tiene ahora colgado el cartel de "Disponible". El motivo: el director teatral Jorge Eines, impulsor del proyecto de Ensayo 100 desde sus inicios -hace 15 años, en un local de la calle de Chueca-, decidió hace unos meses no seguir con el proyecto. El propietario del local quiere venderlo.

Ensayo 100 conoció de la mano de Eines sus mejores éxitos. Sus paredes han sido testigos de la representación de El zoo de cristal, de Tennesee Williams, o de Vania, de Chéjov. También fue sede del Ciclo Iberoamericano de las Artes y del Festival de Otoño. La agonía de la sala empezó tiempo atrás. El argentino Jorge Eines, que dirige estos días El precio, en el Teatro Marquina, explica que desde hace unos dos años y medio, él ya se estaba desvinculando de Ensayo 100. "El proyecto dejó de tener sentido. Quería hacer cosas fuera de la sala", señala. Eines y sus socios dejaron durante unos meses de pagar el alquiler de la sala, aunque al final -con una demanda de desahucio de por medio- saldaron la deuda con el propietario, Enrique García Henche.

El pasado 1 de marzo el contrato entre ambos fue rescindido. Eines quiere que el local siga dedicado al teatro. Pero García Henche argumenta que él, por problemas económicos, necesita vender el local: le da igual si el comprador está vinculado al mundo del teatro o no. El director teatral se entrevistó con varias personas interesadas en continuar con la sala. Uno de esos grupos estaba formado por los actores Sergio Peris-Mencheta, Raúl Tejón y Rebeca Ledesma. "Su proyecto era el más interesante", señala Eines.

García Henche, mientras, ya ha puesto precio a la venta del local, que tiene 370 metros cuadrados: un millón de euros. "El inmueble es de mi familia. Somos gente humilde y necesitamos el dinero. Es un local que queremos vender", explica el propietario de Ensayo 100. García Henche asegura que ha dado la oportunidad al mundo del teatro de hacerse con la sala. Pero con el grupo de Peris-Mencheta no llegó a un acuerdo. Los actores ofrecieron 3.000 euros mensuales de alquiler durante tres años pagados por adelantado y luego una opción de compra por 811.000 euros. Pero García Henche no aceptó. "Yo quiero vender el local. No estoy interesado en ofertas del alquiler más opciones de compra", señala García Henche, que asegura "estar harto" de que en esta historia él aparezca como "el malo de la película". "Parece que yo soy el culpable de todo esto y no es verdad. Me parece una salvajada que se me pinte como alguien que no quiere que la sala siga dedicada al teatro", se queja.

Eines achaca a García Henche "su falta de interés por negociar". "Ha puesto de precio un millón de euros y es demasiado. Él verá cómo contesta el mercado a su oferta", afirma el argentino. "El local tiene licencia de apertura como teatro. Si lo venden para otro uso, tendrían que conseguir otra licencia", agrega el director teatral.

El cierre de Ensayo 100 es el último capítulo de la agonía en la que viven las salas alternativas. La concejal socialista Rosa León, promotora de una iniciativa que agrupa a 10 salas pequeñas, considera que el Ayuntamiento de Madrid no está haciendo todo lo posible para preservar estos espacios. "Es necesario que el Consistorio los apoye de manera más firme", concluye León.