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Tribuna:ARTES ESCÉNICAS
Tribuna
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Fugacidad y permanencia del teatro

La celebración del Día Mundial del Teatro permite realizar unas reflexiones en voz alta sobre la fuerza inagotable de recreación de la vida que este arte ofrece desde sus primeras expresiones en el marco de la cultura clásica. También esta cita anual se presenta como ocasión propicia para comentar la buena salud que esta actividad creativa mantiene en el panorama cultural valenciano.

El mensaje escrito este año por la dramaturga egipcia Fathia El Assal destaca en sus primeras líneas una poderosa afirmación que reafirma, una vez más, el carácter social de este arte. "Su mensaje", escribe la dramaturga, "puede ayudar a todos a elevarse sobre sí mismos, a liberarse de todo aquello que les frustra y les explota a fin de poder darles la posibilidad de adquirir una cierta dignidad".

El texto teatral y su puesta en escena es un lugar de representación de las pasiones humanas en su doble dimensión de espacio íntimo y de proyección colectiva. De ese modo, desde el escenario se ofrece un espejo de reconocimiento social, un diagnóstico planteado desde la libertad que tienen los creadores y sus intérpretes para hacer uso de la estética más adecuada a cada época. En el teatro se reconoce una sociedad, que es quien con su participación y presencia real permite, en definitiva, que este arte exista, permanezca y se renueve. Cuando esa identificación no se produce el público va abandonando paulatinamente el patio de butacas. Los autores clásicos tienen carácter de clásicos porque supieron y saben plasmar en acciones y palabras las tensiones permanentes del ser humano. El teatro de repertorio siempre es una de las opciones más segura para acertar en un proyecto escénico por esa capacidad inagotable de sugerencia.

Estamos hablando de un arte creado para una sociedad, pero sin olvidar la inquietud específica de su fugacidad, vulnerabilidad, permanente riesgo y capacidad de transformación. En el teatro, a diferencia de otras manifestaciones artísticas, todo permanece vivo después de su primer contacto con el público. La comunicación que establecen los intérpretes con los espectadores está en juego cada función. La representación requiere de una fuerza y una pasión ajenas al comportamiento mecánico y repetitivo. Esta vulnerabilidad es su gran fuerza y al mismo tiempo su peligroso destino.

Estas capacidades de apelar a la dignidad humana para librarse de falsos condicionamientos sociales y de rescatar la emoción y fugacidad de la vida que tiene toda propuesta escénica, representan algunos de los valores que podemos encontrar en las obras nominadas y galardonadas en la última edición de los Premis de les Arts Escèniques. Producciones públicas como Un enemic del poble y Transterrados y en el campo de la coreografía Congelado en el tiempo representan una línea de trabajo impulsada desde la Generalitat Valenciana, comprometida con la promoción de un arte escénico que revisa los valores éticos y apuesta por la innovación estética imprescindible en una sociedad abierta que mira al futuro y persigue la transformación cultural. Del mismo modo la producción pública Comedias Bárbaras aporta en el listado de galardones los brillantes resultados de la interacción de los lenguajes artísticos cuando se crea en libertad y con los recursos necesarios para el proyecto.

Los premios concedidos a compañías y centros de producción como Moma Teatre, Albena, Teatro de la Abadía, Compañia Nacional de Danza, Nafas Dance Project etc. comparten, a mi juicio, ese compromiso con un arte de riesgo, que pone la concepción estética al servicio de una mejora del ser humano, de su capacidad de reflexión y goce para reafirmar su dignidad y carácter solidario.

El panorama de las artes escénicas valencianas que ofrece la última edición de los Premis reafirma la calidad y la solidez del modelo mixto aplicado, en el que el apoyo de la institución pública se complementa con la asunción del riesgo inherente a cualquier empeño privado en el ámbito de la cultura. Una actividad creativa tutelada en exclusiva por la Administración no garantiza la pluralidad de resultados y la consolidación de un tejido social y cultural. Son responsabilidades compartidas por la iniciativa pública, con sus propios proyectos, y la iniciativa privada, que aporta diversidad, crítica y pluralismo.

Para compensar la fugacidad y vulnerabilidad de esta actividad artística el compromiso de la Generalitat Valenciana se centra en garantizar su estabilidad, solidez y permanencia. El incremento de las oportunidades de trabajo profesional, la difusión del teatro en nuevos sectores sociales, la programación estable en numerosos ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana en muchos casos con espacios rehabilitados, el aumento de las subvenciones y las dotaciones de producción constituyen elementos fundamentales de una promoción cultural que busca su arraigo en la sociedad. La rentabilidad de la actividad cultural se mide por esos factores de cambios de fondo y no por argumentos economicistas que siempre niegan a la cultura la financiación suficiente porque equivocadamente se considera una actividad inútil y suntuaria.

Al mismo tiempo la vulnerabilidad se amortigua compartiendo la inquietud artística con grandes creadores que reúnen experiencia y sabia reflexión. Conectar con nuevas estéticas de la escena internacional traspasando fronteras administrativas, mal que les pese a quienes tienen miedo a salir de su pequeño espacio endogámico, incentiva la creatividad y relativiza los conflictos de familia.

En la celebración del Día Mundial del Teatro es el momento de reafirmar esta voluntad de dar estabilidad a las artes escénicas. El programa de Cultura valorado positivamente por los electores en las pasadas elecciones autonómicas al dar su mayoría parlamentaria al Gobierno de Francisco Camps marca el camino. Poner en marcha el Teatre Nacional Valencià y desarrollar el proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas constituyen medidas que dan renovado impulso al conjunto de la danza y el teatro valencianos.

Consuelo Ciscar es Secretaria Autonómica de Cultura.

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