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La fundación Jaume I cambia su nombre por el de Lluís Carulla y emprende una estrategia de reactivación

La fundación Jaume I, creada en 1973 por el empresario catalán Lluís Carulla para promover la lengua, la cultura y los valores de la sociedad catalana, iniciará el próximo lunes los trámites para cambiar el nombre de la entidad, que pasará a llamarse Fundación Lluís Carulla. Con esta decisión, adoptada en la última junta del patronato de la fundación, que dirige el poeta Carles Duarte, ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat, se pretende homenajear a Carulla, de quien este año se conmemora el centenario de su nacimiento.

El cambio de nombre de la fundación, que originalmente y durante sus cinco primeros años se llamó Carulla-Font, coincide con una estrategia adoptada por Duarte para reactivar la labor que realiza la entidad, que financia Agroalimen, el conglomerado empresarial creado por Carulla, y modernizar su estilo e imagen para acercarla a las nuevas generaciones. La fundación, cuya presidencia desempeña la viuda del empresario, Maria Font, gestiona la editorial Barcino, el Museo de la Vida Rural de L'Espluga de Francolí (Conca de Barberà), encarga estudios sobre la lengua, cultura y sociedad catalana y convoca anualmente diversos premios de carácter cívico y educativo.

Una de las primeras acciones de esta nueva etapa se traduce en la creación de una nueva colección de textos medievales de carácter divulgativo en la editorial Barcino. El primer volumen recupera en una edición trilingüe (catalán, castellano e inglés), que incluye un facsímil del manuscrito, las Homilies d'Organyà, el texto catalán más antiguo que se conserva y del que este año se conmemora el 800º aniversario de su redacción. El volumen será presentado este mediodía en la iglesia de Santa Maria d'Organyà (Alt Urgell).

Otras iniciativas de la nueva etapa son la creación de dos nuevo premios: uno destinado a premiar las buenas prácticas en la inmigración, que llevará el nombre de Francesc Candel, y otro dirigido al mundo de la educación para estimular y reconocer iniciativas educativas en el tiempo libre. El Museo de la Vida Rural también se beneficiará de la nueva etapa con un nuevo proyecto museográfico que prevé la incorporación de elementos interactivos y audiovisuales.

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