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Tribuna:ELECCIONES DEL 14-M
Tribuna
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El voto útil

En distintos medios y con intenciones muy variopintas, se ha comentado que la candidatura del PSOE recibió, el pasado 14 de marzo (14-M), un mayor número de votos en las elecciones generales que en las autonómicas.

Empecemos por decir que éste es un hecho que se ha producido siempre que las elecciones andaluzas se han celebrado de forma simultánea a las generales, con la excepción de 2000, una convocatoria en la que el PSOE tuvo a nivel nacional uno de los peores resultados de su historia. En todas las elecciones autonómicas hay candidaturas de ámbito estrictamente regional que restan votos a las fuerzas políticas de ámbito nacional. Lo ocurrido en esta ocasión, como ocurriera igualmente en 1986 y 1996, no tiene nada de particular en términos electorales, ya que lo excepcional fue lo ocurrido en 2000. Estamos, pues, ante un dato electoral cuya normalidad apenas merecería explicación alguna. Sí la merece, sin embargo, una circunstancia que ha supuesto una modificación de interés sobre lo que habitualmente había venido ocurriendo con el cambio de voto entre elecciones generales y autonómicas. Y es que, a diferencia de lo que pasó en 1986 y 1996, la cosecha suplementaria obtenida el 14-M por el PP en las generales respecto de las andaluzas ha sido, por primera vez, en términos relativos, mayor que la del PSOE.

Como puede verse en los gráficos adjuntos, el porcentaje de votos que ganaba el PSOE en las elecciones generales con relación a las andaluzas había sido siempre superior al que ganaba la derecha. O, lo que es lo mismo, mientras en anteriores ocasiones, el llamado voto útil que siempre acumula las generales respecto de las andaluzas, había beneficiado en mucha mayor medida al PSOE que al PP, en las elecciones del 14-M ha afectado de forma más intensa al PP que al PSOE. Los populares han ganado en las generales, con relación a las andaluzas, un mayor porcentaje de sufragios de los que ha conseguido el partido socialista. Lo podemos ver claramente por la proporción entre los votos del PSOE y los del PP.

Si en 1986 y 1996, cuando fueron simultáneas las elecciones, la proporción entre votos socialistas y votos del PP fue mayor en las generales que en las autonómicas, el pasado 14-M las cosas cambiaron y esta proporción fue superior en las andaluzas: en Andalucía, por cada 1.000 votos del PP, el PSOE obtuvo 1.568 en las generales y 1.581 en las autonómicas.

Ello nos lleva a una primera conclusión: la diferencia de escaños entre PSOE y PP en el Parlamento andaluz no habría diferido de la que se produjo en las urnas, aun en el caso de que los resultados electorales de uno y otro partido en las autonómicas hubieran sido idénticos a los registrados en las generales. Y a una segunda: el voto útil no solo ha beneficiado, en las generales, como suele afirmarse, al PSOE. También la derecha ha obtenido beneficios de la bipolarización del voto que se ha producido a la hora de decidir quién había de gobernar en España. Al menos, en Andalucía. No negaré yo a los derrotados el lenitivo que puede suponer para justificar unos resultados tan adversos como los obtenidos por el PP en Andalucía y España, la invocación de circunstancias ajenas y, por tanto, exculpatorias de las propias responsabilidades, pero lo que parece muy difícil, en este caso, es apelar al voto útil.

Lo que ha ocurrido el 14-M es que muchos andaluces han emitido su voto en las elecciones generales como si se tratara de una segunda vuelta entre el PP y el PSOE y ello ha provocado que bastantes sufragios que, en las andaluzas, fueron a IU, al PA, al PSA o al Foro Andaluz, se hayan dirigido, en las generales, o bien al PP o bien al PSOE. Este trasvase de votos ha afectado a todas las formaciones políticas y, especialmente, a las que apenas tienen relevancia nacional. Así, IU ha entregado, en las generales, a otro destino el 14,76 por ciento de los votos obtenidos en las elecciones al Parlamento andaluz (49.454 votos); el PA ha cedido el 34,31 por ciento (94.679 votos); el Foro Andaluz, que no concurrió a las generales, tuvo en las autonómicas un 1,19 por ciento de los votos emitidos (53.089); y el PSA perdió en las generales 18.482 votos de los obtenidos en los comicios autonómicos (el 44,1 por ciento). En total, estas cuatro formaciones políticas tuvieron en las generales 215.713 votos menos que en las andaluzas, mientras que PP y PSOE consiguieron en aquéllas 207.113 más que en aquellas. Si sumamos los casi 6.500 votos de la mayor abstención de las autonómicas, podremos ver que existe una clara correspondencia entre pérdidas y ganancias y, al mismo tiempo, intuir cuál ha sido la fuente aproximada del trasvase del voto entre unas y otras elecciones. Como vemos, frente a lo que pudiera pensarse, IU no ha sido la formación política que mayor tributo ha pagado a lo que se llama "voto útil": por un lado, ha perdido en las generales muchos menos votos que el PA y, por otro, los votos obtenidos por el Foro Andaluz en las autonómicas son más numerosos de los que IU ha perdido en las generales. Quiere, pues, decirse que los principales movimientos del voto se han producido en el ámbito de los partidos que se reclaman del hecho andaluz. Dando por buena la hipótesis, discutible pero razonable, de que todos los votos de las andaluzas que IU perdió en las generales fueron al PSOE, podríamos tener una primera aproximación sobre dónde se dirigieron los votos que fueron cedidos en las generales por el PA, y PSA, más los no emitidos por el Foro: un 56 por ciento aproximadamente habrían ido al PP y un 44 por ciento al PSOE.

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Ha habido, pues, un importante trasvase de votos hacia el PP en las elecciones generales. Tal y como se plantearon estos comicios, es lógico que fuera así. Lo que, sin embargo, resulta hasta cierto punto una novedad interesante es que, como antes vimos, la proporción entre votos socialistas y votos populares haya sido mayor en el caso de las andaluzas (1.581 votos del PSOE por cada 1.000 votos del PP) que en el de las generales (1.568 por cada 1.000).

José A. Griñán Martínez es diputado electo por el PSOE al Parlemento de Andalucía.

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