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El ex diputado del PP Curto exige la dimisión "inmediata" de Piqué

El ex diputado afirma que el "desastre" electoral obliga a un congreso extraordinario

El soterrado malestar que anidaba en el Partido Popular de Cataluña, que se agravó con el fuerte retroceso electoral del 14-M, estalló ayer cuando el ex diputado Josep Curto, uno de los históricos más respetados del partido, exigió abiertamente la dimisión "inmediata" del presidente regional, Josep Piqué. Curto afirmó, además, que el "desastre" electoral obliga a convocar un congreso extraordinario. Los portavoces oficiales del PP evitaron responderle y trataron de minimizar la crisis.

Curto es actualmente un militante de base del partido y acude a las ejecutivas como invitado. Pero el arrebato que ayer tuvo Curto no es equiparable al de un militante cualquiera: el dirigente conservador es uno de los históricos más conocidos y respetados del partido, fue durante 19 años diputado autonómico, presidió incluso el grupo parlamentario entre 1998 y 1999, y llegó a ser presidente regional de facto cuando encabezó la gestora que refundó el partido a principios de la década de 1990.

En conversación con este periódico, el ex diputado reclamó la dimisión "inmediata" de Josep Piqué y la convocatoria de un congreso extraordinario para debatir a fondo el "desastre electoral" que, en su opinión, supuso el 14-M. Según su análisis, el retroceso del PP en Cataluña es mucho más grave que el sufrido por el partido en el resto de España. En Cataluña, el PP pasó de 12 a 6 diputados y la distancia con los socialistas creció hasta abrir una brecha de 15 diputados. El PSOE superó al PP en 16 diputados en total.

"En el partido hay una desmoralización colectiva, los resultados han sido dramáticos y se nos ha vendido la idea de que aquí no pasa nada", afirmó Curto. "En la reunión de la ejecutiva regional [el pasado martes] no hubo capacidad de análisis ni asunción de ningún tipo de responsabilidades", añadió, "pero muchos militantes y dirigentes piensan que parte de la caída en Cataluña es imputable a los errores y las negligencias de los últimos meses, la responsabilidad de los cuales recae en Piqué".

El líder, de viaje

Curto asistió a la reunión de la ejecutiva, pero no expuso las críticas que lanzó ayer. Este silencio lo subrayaban indignados todos los dirigentes del partido consultados por este periódico. Piqué se encontraba ayer de viaje y ningún portavoz oficial quiso comentar públicamente las palabras de Curto. Trataron de minimizarlas, pero todos las recibieron como un jarro de agua fría.

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Hasta ahora, el poder de Piqué en el PP de Cataluña se basaba por entero en el apoyo que le daba José María Aznar. Pero ahora el líder del partido es Mariano Rajoy -bien conectado con el sector fernandista del PP catalán- y además el partido ha perdido, súbitamente y sin esperarlo, el poder. La mayoría de los reproches cruzados estaban contenidos, pero ahora ha desaparecido el tapón que les impedía emerger.

Desde su llegada a la presidencia regional, en 2002, Piqué ha impulsado una lenta pero inexorable renovación y se ha ganado no pocas enemistades internas. Muchos cuadros medios sienten que se ha abierto un foso entre ellos y la dirección, y acusan a Piqué de menospreciar a las bases y escuchar únicamente a un círculo muy reducido de dirigentes entre los que destaca Francesc Vendrell, portavoz del grupo parlamentario. Alguno de estos reproches, dichos con la boca pequeña, sí se expresaron en la ejecutiva del martes.

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