El debate en ropa interior

A las puertas de la sede de la RTVA donde se celebró el debate a cuatro del jueves se desarrolló otro debate a unos cuantos. Estaban los clones de Pedro Pacheco, indignados por su ausencia del plató, los afiliados socialistas y los seguidores del PP. Mientras en el estudio guerreaban con gráficos, en el exterior batallaban con palabras menos neutras que los números.

- El micrófono tardío. La grabación del debate comenzó con un retraso de media hora respecto a la fijada inicialmente (18.00). La razón: los micrófonos que le colocaban a la candidata del PP fallaban. Así hasta tres veces.

- El orden de entrada. El candidato socialista Manuel Chaves fue el primero en llegar a la sede de la RTVA. Luego lo hizo Diego Valderas, de IU, y después el andalucista Antonio Ortega. La última fue Teófila Martínez, que llegó a los estudios maquillada y rechazó el ofrecimiento de la casa. El director general de la RTVA, Rafael Camacho, recibió a cada uno de los participantes.

LA FRASE: "Los hermanos Montoro le dieron la puntilla a Teófila Martínez"

- La guerra de los gráficos. Algún efecto deben tener sobre el espectador cuando todos airean ante la cámara folios con tablas, curvas, barras y tartas, casi siempre de colorines estridentes y agresivos, como si en ellos estuviera la verdad o la razón. La mayoría de las veces se aprecia con tal distancia lo que muestran que no sirve de nada. Pueden decir la verdad y tener la razón. O no.

- Las chaquetas. Teófila Martínez quería acudir al debate con una chaqueta rosa, similar a la que luce en los carteles electorales. O incluso negra, un color que le gusta especialmente, pero los estilistas de un centro de belleza sevillano le aconsejaron el marfil. Lo que sí eligió fue el colgante que llevó al debate, diseñado por el artista Carlos Delcaz. Y, por una vez, abandonó su inseparable fular.