A por todas

No es probable que el PP vaya "a más", como dice su eslogan electoral, pero lo que sí está claro a estas alturas de la campaña es que "va a por todas". Si Mariano Rajoy no saca la mayoría absoluta no será, desde luego, por falta de fiereza de su organización. José Luis Rodríguez Zapatero es un activo para el PSOE, porque arrastra al partido detrás de él.

En el caso del candidato popular, es su partido el que le arrastra y le lleva en vilo: el PP está dispuesto a utilizar todos los medios a su alcance para continuar en el poder al cien por cien y no deja trinchera sin atacar. En La Rioja, por ejemplo, las encuestas dicen que es muy probable que pierda un escaño y que se vuelva al 2-2 (PP-PSOE) que marcó muchas elecciones anteriores.

Pero los populares no desisten. En menos de un mes, han pasado por aquí tres ministros (Pilar del Castillo, en Alfaro; Federico Trillo, en Haro y José María Michavila, en Arnedo), Esperanza Aguirre ha visitado Calahorra y el propio Rajoy ha repetido itinerario: ºprimero vino a Logroño en enero y luego reapareció en plena campaña, el pasado domingo. Para rematar faena, está previsto que el sábado dé un mitin José María Aznar (que trabajó en La Rioja como inspector de Hacienda).

El PSOE no parece inmutarse y asegura que, pese a todo, recuperará ese escaño y que eso ya quedó claro en las últimas municipales y autonómicas, que perdió, pero en las que experimentó un buen aumento de voto respecto al 2000. Zapatero visitó Logroño dos días antes de que se abriera la campaña oficial y tuvo un buen éxito de público, pero desde entonces, los "refuerzos" que envía el PSOE son poco significativos. La Rioja no parece figurar en la lista de "objetivos uno" que ha elaborado el partido socialista y a los que dedicará esfuerzos preferentes en los últimos días.

Ayer, por ejemplo, visitó la ciudad Miguel Sebastián, del "comité de sabios", responsable del programa económico del PSOE, para reunirse con un grupo de expertos del partido socialista y con algunos empresarios locales. Sebastián es un buen técnico pero, como su programa económico y como la temperatura ambiente estos días en Logroño, bastante frío y escuchándole resulta difícil pensar que los socialistas vayan a poder movilizar hasta el último de sus votantes con sus ofertas económicas o sus promesas de gasto social, muy poco definidas.

Más bien parece que el PSOE, aquí como en otros lados, confía mucho más en marcar la diferencia respecto al PP en otro campo: lo que Zapatero ha traducido en las reglas de un buen gobierno, un decálogo que supondría un refuerzo de los usos democráticos y la recuperación de una vida política más digna. La idea, en definitiva, es la que aparece reflejada en su propio eslogan de campaña: "Merecemos una España mejor". La duda es: ¿será suficiente ese mensaje para arrancar la mayoría absoluta al PP?

Los socialistas riojanos confían en que sí: en esta Comunidad (la más pequeña de España, con unos 220.000 habitantes en total y todas las competencias transferidas, salvo Justicia), el PP lleva gobernando tanto como en el conjunto de España: ocho años seguidos, y ya se aprecian las consecuencias, aseguran. El colegio del Opus es un colegio concertado y financiado con fondos públicos; hay un hospital general en Logroño y otro en Calahorra, pero tienen deficiencias, y se acaba de abrir una clínica privada a la que se desvían casos y pruebas. Mientras tanto Calahorra, con 20.000 habitantes, uno de los principales centros de distribución de productos frescos de toda España, rica y culta, con tres institutos, un conservatorio elemental de música y una escuela de idiomas, necesita desesperadamente anestesistas, que nunca acaban de llegar.