Antic excluye a tres jugadores por un incidente nocturno

Que un entrenador de la trayectoria de Radomir Antic reconozca no haber vivido una situación similar en su carrera da idea de las dimensiones del suceso. Ocurrió en el hotel de concentración del Celta en Vigo la madrugada del sábado, horas antes de que el equipo perdiera 0-2 frente al Málaga, y tuvo como resultado la exclusión de la convocatoria de los tres protagonistas del suceso: Cáceres, Contreras y el recién incorporado Pinilla.

Todo lo demás son suposiciones y chascarrillos, multiplicados por la condición de reincidentes de los tres futbolistas, que sólo tres semanas antes protagonizaron un escándalo similar al irse de fiesta por Sevilla acompañados por otros cuatro compañeros, después de perder con el Betis en el Ruiz de Lopera. Antic no pudo acallar ayer por más tiempo los comentarios que estaban en boca de medio Vigo. Confirmó que decidió no contar para el partido con ninguno de los tres futbolistas, aunque se negó a dar detalles acerca de lo ocurrido en el hotel.

Los chilenos Contreras y Pinilla habían llegado ese mismo viernes a Vigo con ganas de fiesta, después de jugar un amistoso con su selección. A ellos se les unió Cáceres, y de lo que a continuación sucedió sólo ha trascendido que alteró la tranquilidad de algunos clientes y empleados del hotel. Al día siguiente, la afición del Celta se sorprendió al ver que los tres se habían quedado fuera de la convocatoria.

"De verdad que no", contestó ayer el entrenador del Celta cuando se le preguntó si había vivido alguna vez una situación similar. Al menos de momento, el consejo de administración del club se mantiene al margen. Y Antic defiende su derecho a no tener que explicar lo sucedido.

El entrenador serbio intentó tranquilizar el enrarecido ambiente al asegurar que lo ocurrido "no supondrá ningún enfrentamiento". "Quiero lo mejor para el Celta, y siempre busco actuar ofreciendo mis criteros como profesional", añadió Antic, que tuvo que hacer frente a la curiosidad de los periodistas en la rueda de prensa posterior al entrenamiento de ayer.

El Celta, que este domingo se enfrenta al Real Madrid en el Bernabéu, vive una de las temporadas más accidentadas de su historia, sólo aliviada por su buen papel en la Liga de Campeones. En vísperas de su estreno en la Champions ante su afición, los jugadores abandonaron el hotel de concentración para reclamar el cobro de una deuda con el club.

Enfrentado con el Ayuntamiento de Vigo por la construcción de un nuevo estadio, el club céltico cambió de entrenador el 26 de febrero, semanas después de perder 0-5 en Balaídos con el Deportivo. Prescinció entonces de Miguel Ángel Lotina. Las lesiones, el peligro del descenso y las juergas de los futbolistas también están condicionando el curso, que ha vivido esta semana el juicio al brasileño Vagner por agredir a un policía local.