Constitución y vivienda
La vivienda se encuentra sometida, como los demás inmuebles, al más imperfecto de los mercados y en el que menos opera de un modo equilibrador el mero juego de la oferta y la demanda. Por lo que, con sobrados motivos, la Constitución ordena a los poderes públicos actuar e intervenir en esta materia, lo que aparece destacadamente plasmado en varios de los mandatos constitucionales. Siendo poco conformes con esos mandatos las desregulaciones que se han ido produciendo y que tanto han contribuido a la precariedad y creciente carestía que en esto padecemos. Lo cual bien podemos decirlo en y desde Madrid, donde vamos en cabeza, tanto en desahucios como en especulación y carestía.
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