Lillo, destituido, y Esteban, amenazado

La Segunda División se ha convertido en una máquina de guillotinar entrenadores. Ayer cayó el 12º de la temporada, Juan Manuel Lillo, en el Ciudad de Murcia. Y pronto puede acompañarle Esteban Vigo, el del Xerez, tras su conflicto con la directiva. Mientras, el Levante acabó ayer como líder, a la espera de lo que haga hoy el Sporting en La Rosaleda frente al Málaga B.

Lillo estaba en una situación muy difícil desde que se puso de parte de la plantilla en un enfrentamiento con el presidente del equipo, Enrique Pina, por el despido del jugador Imanol Idiákez, acusado de indisciplina. Una racha de buenos resultados alargó la agonía del técnico guipuzcoano, que fue destituido ayer tras la derrota en Algeciras. Lillo deja al Ciudad de Murcia en el decimocuarto puesto, cuatro puntos por encima de la zona de descenso.

El Xerez igualó ayer a puntos con el Ciudad de Murcia, gracias a su victoria frente al Polideportivo Ejido en un duelo directo. Esteban Vigo, conocido como Boquerón en su etapa de jugador del Málaga y Barcelona, recibió ayer la advertencia de su presidente, José María Silgado, por apoyar a sus jugadores, que reivindican el pago de las cuatro últimas mensualidades.

En lo puramente deportivo destaca la victoria del Éibar en el campo del Deportivo Alavés (0-2), que parece confirmar las dificultades de simultanear dos competiciones con éxito. Tras el 4-2 de la Copa al Celta, el Alavés topó con uno de los cocos de la categoría, el Eibar, que hizo un gran partido y tuvo suerte en momentos puntuales. Por ejemplo, en el remate de De Lucas al poste a los tres minutos y, sobre todo, en el fallo de un penalti de Iván Alonso con 0-1.

Pese a la derrota, el Alavés sigue a un punto del ascenso, ya que el Numancia perdió en su visita al Colombino. El 2-0 del Recreativo supone la cuarta victoria consecutiva del equipo ahora entrenado por Kresic, que ya es octavo y está a seis puntos del ascenso, con toda la segunda vuelta por delante.