Profesionales del ocio y del turismo

Antonio Sánchez ha pasado los últimos 15 años como guía turístico, primero en Madrid y desde hace cuatro años en Mijas (Málaga). Este técnico en Turismo, de 39 años, decidió pedir una excedencia de la que hasta ahora era su profesión y, sin salir del sector turístico, emprender de nuevo los estudios para formarse como recepcionista de hotel.

Su compañera Cristina Martín, de 28 años, era auxiliar administrativo hasta que un día, "por circunstancias de la vida", dice, comenzó a trabajar de camarera de mesa en un restaurante. Vio que no se le daba nada mal; es más, le gustó eso de tratar con el público y conocer a gente tan diversa, así que dejó su anterior ocupación y buscó un sitio donde poder formarse como profesional del sector turístico. Cristina llevaba ya cinco años viviendo en Málaga cuando se enteró de que en Mijas se estaba fraguando una iniciativa educativa orientada precisamente a la formación de profesionales del sector turístico: el Centro Andaluz de Formación Integral de las Industrias del Ocio (CIO).

Este centro, impulsado por la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico, el Ayuntamiento de Mijas y el Fondo Social Europeo, tiene un objetivo prioritario: conseguir la inserción laboral de sus alumnos. Algo que parece poco complicado en la Costa del Sol, donde la demanda de profesionales cualificados en el sector turístico es enorme. Así ocurre entre los alumnos de las dos escuelas de hostelería y restauración que existen en Málaga, La Cónsula y La Fonda. Los estudiantes, casi antes de terminar, cuentan con ofertas de trabajo en el sector o se embarcan por cuenta propia en abrir su negocio.

"Este centro va a reunir todas las formaciones relacionadas con la industria del ocio", explica Sancho Adam Valverde, asesor técnico de Formación Profesional Ocupacional del CIO. En su primer curso en ejercicio, el CIO cuenta con 80 alumnos matriculados en los cuatro cursos que por el momento se imparten: recepcionista nivel 1, azafata/o auxiliar de congresos, gobernanta de hotel y agente de desarrollo turístico.

"Cada curso cuenta con 400 horas lectivas y, a diario, se imparten cinco horas por especialidad en turnos de mañana y tarde. Todos los cursos incluyen prácticas y, además, se abordan otras enseñanzas como el aprendizaje de idiomas, la ofimática o la orientación profesional del alumno", explica María José Garrido, coordinadora de los cursos.

Junto a las clases prácticas y teóricas, los alumnos podrán comprobar cómo son los distintos negocios que engloba el sector turístico mediante visitas a hoteles, congresos y ferias turísticas. "A finales de mes está previsto que visitemos Fitur en Madrid", apunta Garrido.

Entre los 80 alumnos, como ocurre en la universidad, por ejemplo, se da una abrumadora mayoría femenina. La media de edad de estos futuros profesionales ronda los 35 años y algunos de ellos no cuentan con experiencia anterior en el sector. Sólo las alumnas del curso de gobernanta de hotel debían acreditar cierta experiencia como camareras de piso. "El resto de los cursos se dirigen fundamentalmente a personas desempleadas y con poca experiencia", explica Garrido.