"Los pilotos privados no podemos seguir el ritmo de los profesionales"
Hasta hace un par de semanas era un perfecto desconocido que impartía sin revuelo su asignatura de Paisajismo en la Universidad de Almería. Pero Amós García Cruz (Níjar, Almería, 1965) ha saltado a la fama tras su proeza de resistir siete jornadas seguidas en el Rally París-Dakar encima de su moto de 660 centímetros cúbicos como piloto privado, no profesional. Tuvo que abandonar por llegar 15 minutos tarde a meta en una de las agotadoras etapas.
Pregunta. ¿Cómo ha ido la aventura?
Respuesta. Ha sido agradable y a la vez durísimo. Vamos con falta de sueño a etapas muy largas, lo que hace que los pilotos vayan cayendo.
P. ¿Por qué abandonó?
R. La etapa en la que tuve que retirarme fue de 1.100 kilómetros. Tras 20 horas subido en la moto se hizo de noche y decidí dormir en las dunas porque era imposible seguir. Al amanecer reanudé la marcha para intentar llegar antes de las 10.45. Pero llegué a las 11.00 y me obligaron a retirarme.
P. ¿Ha tenido miedo en algún momento?
R. En travesía del Sáhara, ya que toda esa zona está minada y no puedes salirte del camino marcado. Y después en Mauritania: estar 500 kilómetros sin ver un solo rastro de civilización es lo más duro del rally.
P. ¿Qué entrenamiento ha requerido?
R. Una preparación física de dos horas diarias, aparte del entrenamiento con la moto los fines de semana. Llegué a hacer 10.000 kilómetros antes de ir al Dakar. Luego está la parte mecánica, ya que tienes que saber resolver problemas menores.
P. ¿Qué cuesta participar en un evento así?
R. Hay un mínimo de 12.000 euros sólo por inscribirse. Después, la compra del vehículo puede rondar los 18.000 euros. Más luego todo el material de neumáticos y gastos de desplazamiento que ronda los 12.000 euros. Sale caro.
P. ¿Tiene algo que objetar a la organización?
R. El despliegue es impresionante y nos dan una buena ración alimenticia. Quizá cierta ambición económica que no tiene en cuenta que los pilotos privados no podemos seguir el ritmo de los profesionales.
P. ¿Cuántos pilotos quedan de los que partieron?
R. Salimos 200 motos y 170 coches. Ya solo queda un 40% de los que partieron.
P. ¿Qué fue lo más duro?
R. Cuando mi compañero Juan Fernando tuvo que abandonar porque se rompió su moto. Estuve con él intentando arreglarla pero luego tuve que seguir.
P. ¿Repetiría?
R. Desde luego. Nos hemos encontrado muy bien. El apoyo de la gente ha sido muy importante.
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