Un terremoto causa más de 20.000 muertos y 50.000 heridos en Irán
Miles de personas continúan atrapadas entre los escombros de la ciudad de Bam
Un terremoto destruyó ayer la histórica ciudad iraní de Bam, en el sureste del país, y causó la muerte de al menos 20.000 de sus habitantes, según los cálculos provisionales difundidos por las autoridades de Teherán. El temblor, de 6,7 en la escala de Richter, se produjo a primera hora de la mañana, cuando la mayoría de la población aún dormía. Más de 50.000 personas resultaron heridas y varios miles permanecían anoche atrapadas bajo los escombros. Los dos hospitales de la ciudad se vinieron abajo y buena parte de su personal perdió la vida. La monumental ciudadela de Bam, construida de adobe, se derrumbó como un castillo de naipes.
El presidente iraní, Mohamed Jatamí, calificó lo ocurrido de "tragedia nacional". El Gobierno de Teherán solicitó ayuda internacional, sobre todo perros y material para la detección de personas, así como medicinas, tiendas de campaña y generadores eléctricos. Los países europeos, entre ellos España, fueron los primeros en responder a la llamada. Anoche, una veintena de miembros de la ONG Bomberos Sin Fronteras tenía previsto volar hacia Bam en un avión Hércules de la Fuerza Aérea desde la base de Torrejón. Estados Unidos e Israel, tradicionales enemigos de Irán, también ofrecieron asistencia.
Para evitar epidemias, la población de Bam comenzó a enterrar a las víctimas pocas horas después del terremoto. Anoche habían recibido sepultura más de 2.000 personas. Tras el temblor, grupos de vecinos se congregaron ante sus casas destruidas para buscar a familiares y supervivientes, mientras otros gritaban y lloraban por la pérdida de sus seres queridos. Bam, situada a unos 1.000 kilómetros al sureste de Teherán, tiene unos 100.000 habitantes, por lo que, de confirmarse los cálculos de las autoridades, habría perdido al menos una quinta parte de su población como consecuencia del terremoto. Según la televisión iraní, el 60% de las casas de la ciudad quedaron destruidas.
El rey Juan Carlos conversó por teléfono con el presidente iraní para transmitirle su consternación por la tragedia. El presidente del Gobierno, José María Aznar, le dirigió un telegrama en el que se mostró "profundamente conmovido". Rusia envió dos aviones con ayuda y Francia planeaba instalar un hospital de campaña. Páginas 2 y 3
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