Los perros reales también muerden

La reina Isabel II de Inglaterra,de 77 años, está "destrozada" por la muerte de Pharos, uno de sus seis perros de raza corgi, que tuvo que ser sacrificado, tras sufrir graves heridas inflingidas por Dottie, uno de los bull terrier de la princesa Ana, según la información publicada en Nochebuena por el diario popular The Sun. El incidente ocurrió el pasado lunes en la residencia real de Sandringham, en el este de Inglaterra, donde la familia real pasa las navidades. Se da la circunstancia que Dottie es el perro que hace más de un año atacó a dos niños, de 7 y 12 años, en un parque cercano al castillo de Windsor, en el oeste de Londres. En noviembre de 2002, la princesa Ana se declaró culpable del ataque y fue multada con unos 750 dólares por violar la ley de perros peligrosos. Según sentenció el tribunal, Dottie debía estar siempre controlado en lugares públicos. El ataque contra Pharos se produjo el pasado lunes mientras los miembros de la familia real llegaban al palacio de Sandringham. Al parecer, al llegar la princesa Ana con su bull terrier, Pharos corrió a darle la bienvenida, pero Dottie le atacó con tal violencia que lo dejó seriamente herido y tuvo que ser sacrificado el martes. La reina Isabel ya tenía preparadas las tradicionales medias de Navidad, que había llenado con regalos para sus corgis, como pastillas de chocolates para mascotas. A la reina le quedan aún cinco de estos perros, Emma, Linnet, Rush, Minnie y Monty. Para seguir la tradición real, Pharos será enterrado en los jardines de la residencia donde ha fallecido.-